Las frutas y las verduras son una fuente alimento de nutrientes, vitaminas, proteínas y minerales. Desde edades tempranas hasta edades avanzadas se recomienda su ingesta para mantener un buen estado de salud, evitar enfermedades, fortalecer al sistema inmunológico y mejorar las habilidades mentales. Existen diversas maneras de prepararlas: sopa, ensaladas o acompañarlas con otros alimentos. Ofreciendo una explosión de sabores y colores.
A pesar de ello, distintos hogares se enfrentan al reto de incluir frutas y verduras al paladar de niñas y niños. Quienes dejan un plato casi sin tocar, provocando preocupación en quienes les cuidas. Hoy, un estudio publicado en la revista ‘JAMA Network Open’ realizado por investigadores de la Universidad de Mannheim y el Instituto de Max Planck para el Desarrollo Humano de Berlín en Alemania ofrecen una respuesta para el problema: invertir más tiempo en la mesa. Diez minutos a media hora pueden hacer que las y los niños coman más frutas y verduras.
Te podría interesar
“Este resultado tiene importancia práctica para la salud pública porque una ración diaria adicional de fruta y verdura reduce el riesgo de enfermedades cardiometabólicas entre un 6% a 7%. Para conseguir este efecto, debe haber una cantidad suficiente de fruta y verdura en la mesa. Lo mejor son trozos del tamaño de un bocado”, menciona Jutta Mata, una de las autoras del estudio, según Infosalus.
¿Cómo hacer que un niño se coma las verduras?
La investigación partió de la pregunta: ¿Cómo afecta el aumento de la duración de las comidas familiares a la ingesta de frutas y verduras de los niños? En el essayo clínico aleatorizado participaron 50 parejas de padres e hijos entre 6 a 11 años, los cuales comieron más frutas y verduras cuando las comidas familiares duraron aproximadamente 10 minutos más.
Por ello, dedujeron que aumentar el tiempo de comidas familiares es una intervención simple, económica y de bajo umbral que puede mejorar la dieta de niñas y niños. Para llegar a ello, todos los participantes fueron sometidos a dos condiciones: una duración regular de la hora de comida y una duración de la hora prolongada donde tenían diez minutos más.
“El tiempo de la comida es uno de los componentes centrales de una comida familiar que los padres pueden variar para mejorar la dieta de sus hijos. Habíamos encontrado indicios de esta relación sobre estudios que analizan los componentes cualitativos de las comidas familiares saludables. En este estudio hemos demostrado una relación antes que sólo era correlativa”, explica Ralph Hertwing, quien también participó en el estudio.
Si buscas que tu hija o hijo coma más frutas y verduras Educo recomienda:
- Dar ejemplo: si ven que no comes tus 5 raciones de verduras o frutas al día, tampoco lo harán. Si te ven que forman parte de tu vida y te ven comerlas a gusto, querrán probarlas
- Nunca obligues a comer: las y los pequeños no pueden ingerir la misma cantidad de comida que un adulto, motivo por el cual no deberíamos obligarlos a comer lo que nosotros creemos que necesitan. Hay que preocuparnos más por la calidad que la cantidad
- No desistas al intento de consumir verduras: puedes prepararlas de diversas maneras, si las rechaza, espera unos días y vuelve a intentar
- Cocina con tus hijos: si los invitas a que te ayuden, seguramente tendrán más ganas de probarlas
- No uses el postre como premio: esto porque la niña o el niño puede percibir a las verduras como un castigo, mejor mézclalas con platos que les gustan
(Con información de Infosalus, Educo)