Muchas madres y padres disfrutan la llegada de sus hijas o hijos a este mundo porque, además de convertirse en tutores de infancias que verán crecer, es satisfactorio las los tutores recibir muestras de afecto como los abrazos.
Sin embargo, lo que para nosotras y nosotros como adultos no significa más que un abrazo caluroso, para nuestras hijas e hijos puede significar muchas más cosas. Por tales motivos, te contamos lo que no te dicen tus hijas e hijos cuando te piden abrazos y por qué siempre es importante corresponderles según Lucy Ortega, mamá y bloguera mexicana.
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Importancia de abrazar en la infancia
Los abrazos son demostraciones de afecto directas de suma importancia para las infancias. Son beneficiosos para la salud y una de las pocas formas de conexión con las personas que queremos, explica la ONG española, Aldeas infantiles SOS.
Lucy Ortega explica para el portal Bebes y más que durante la infancia las hijas e hijos de las personas que son madres y padres no solo las consideran como tal, para las infancias estas personas representan un lugar seguro, paz y prácticamente su mundo entero.
Durante la primera infancia (de 0 a tres años), hay una búsqueda constante de las y los hijos por sus madres y padres para que les abracen, cuiden y amen.
Además, Ortega asegura que abrazar no es solo una expresión de amor, también es una forma de que nuestras hijas e hijos nos compartan sus emociones, tanto negativas como positivas.
“Debemos entender que hay mucho más detrás de ser una simple muestra de cariño, pues los abrazos son también una de las formas en la que ellos nos comunican una necesidad emocional”, asegura.
Beneficios de abrazar a las infancias
Para entender la importancia de los abrazos a nuestras hijas e hijos, te compartimos algunos beneficios de abrazarles con su consentimiento desde temprana edad, según información de Aldeas Infantiles SOS.
- Ayuda a las y los niños a crecer más felices. Cuando abrazamos liberamos serotonina, mejor conocida como la “hormona de la felicidad” la cual contribuye al bienestar. Además, segregamos oxitocina, también conocida como la “hormona del amor”. Ambas ayudan a la reducción del estrés de las infancias y a activar al sistema límbico, que regula las emociones.
- Favorece la inteligencia emocional. Los abrazos refuerzan los vínculos afectivos entre la persona que abraza y la que es abrazada. Esta sencilla acción promueve las emociones positivas y reduce las negativas en las niñas y niños.
- Los abrazos en niños potencian la figura de sus mayores como referentes. Además, ayudan a regular las emociones y la maduración cognitiva, contribuyen en la adquisición del lenguaje, la motricidad y la autoestima.
(Con información de Aldeas Infantiles SOS, Bebés y más).