MUERTE

¿Cómo abordar la muerte y el duelo con los niños?

Hablar sobre la muerte puede ser complicado. ¿Cómo hablar de la muerte con los niños?

¿Es recomendable hablar de la muerte con niños? Te explicamos las razones.
¿Es recomendable hablar de la muerte con niños? Te explicamos las razones. Créditos: Canva
Escrito en SOY MAMÁ el

La celebraciones entorno al Día de Muertos han concluido. Durante semanas, el país se llenó de colores, velas, olores, costumbres, recuerdos y nostalgia como parte del recordar a quienes ya no están físicamente en este mundo. Aunque estas tradiciones son acompañadas de música, bailables, reuniones y risas, también son momentos para hablar sobre un tema poco agradable: la muerte. Ante ello, niñas y niños pueden comenzar a plantear preguntas sobre el duelo y la despedida de la vida.

¿Qué es la muerte? ¿A dónde vamos después de la muerte? ¿Por qué morimos? ¿Yo puedo morir? Son algunos ejemplos de las preguntas que pueden formularse en niñas y niños. A pesar de que la muerte es un hecho natural en el ciclo de la vida, responder a estas preguntas puede ser complicado. Incluso en una edad adulta, poco podemos comprender sobre este proceso. Cuando atravesamos un duelo, la mente da vueltas tal como si nos enteráramos por primera vez de este evento.

¿Cómo hablar de la muerte con las y los niños? ¿Cómo atraviesan el duelo las y los niños? ¿Por qué es necesario hablar de la muerte desde la infancia? Son algunas de las preguntas que responderemos en esta nota. Hablar de la muerte puede ser poco cómodo, sin embargo, responder preguntas y conocer deseos es una parte de atravesar de manera más saludable los duelos.  

¿Cómo entienden la muerte los niños?

Las y los niños están expuestos a la enfermedad y la muerte en algún momento de sus vidas porque la muerte es parte del ciclo natural de la vida. Incluso aunque no entiendan la muerte, pueden compartir el duelo de las personas que les rodean. Por ello, es necesario hablar de la muerte porque en algún momento pueden enfrentarse a ella, pues la falta de comprensión a estas ideas puede afectar su capacidad para procesar lo ocurrido y afrontar los sentimientos, menciona HealthyChildren, quienes detallan cómo se presenta este proceso en menores:

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  • Bebés y niños pequeños: no entienden la muerte, pero perciben la tristeza de la persona que les cuida. Aquí la persona deberá evitar la separación física y aumentar el sentido de seguridad
  • Niños en preescolar: ven la muerte como algo temporal. Las y los padres deberán prepararse para responder preguntas y dar explicaciones más allá de la religión, pues también necesitan respuestas físicas
  • Niños en edad escolar: comienzan a entender a la muerte como un evento final, pero quizá no lo entiendan como algo universal. Será necesario dar explicaciones sobre lo sucedido y qué comprende

De acuerdo con Cigna, al hablar con las y los niños sobre la muerte, podemos comprender qué entienden, qué saben y qué no saben. Podemos ofrecerles ayuda ante cualquier miedo o preocupación que puedan tener, logrando reconfortarlos y darles consuelo. Hablar sobre la muerte dependerá de su edad, sus experiencias y cómo ven el mundo, así como sus creencias, sentimientos, contexto cultural y la persona fallecida.

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Si creemos que no hay necesidad de hablar sobre ello, Guía Infantil añade que las y los niños perciben todo lo que ocurre a su alrededor, incluso cuando madres, padres y cuidadores eluden hablar de un tema porque les afecta y no saben cómo plantearlo. Hasta pueden justificarlo bajo la falta de prudencia, una medida de seguridad o que no sean capaces de entender. Para hablar sobre la muerte, la psicóloga y psicoterapeuta recomienda la técnica PVC para Infosalus:

  • P de Pronto: cuanto más temprano hablemos de la muerte con los niños, ellos tendrán más recursos internos y externos para transitarla cuando llegue
  • V de Verdad: evitar hablar con eufemismos y metáforas: explicarles que el corazón deja de palpitar, que ya no podrá verles y hablarles. Aunque sea difícil, es necesario mostrarles la realidad
  • C de cotidianos y claridad: bajar los niveles de incertidumbres hasta donde podemos y mostrarles que es un hecho natural
  • A de acompañamiento: acompañarles también en estas emociones poco agradables, dándoles mensaje lo más claro posible y acorde a su edad