Cuando formamos relaciones de pareja o amistades, nos encontramos con personas amigables, con personas ansiosas o con personas que poco a poco nos alejan, así como personas que nos pueden herir al no tomar responsabilidad de sus acciones. Si nos toca tener una relación con este tipo de personas, constantemente nos preguntamos cuál es el origen de su comportamiento. Hoy te explicamos más sobre el apego desorganizado y sus antecedentes.
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El apego no es una decisión individual. En varias ocasiones, las personas no elegimos no tener herramientas para gestionar nuestras emociones, sino es el resultado de nuestro contexto social, cultural y político. Los apegos se van formando con las familias, como madre, padre, cuidadores. Si estas personas crean relaciones poco saludables con el menor, el menor podrá generar relaciones perjudiciales para su salud.
¿Qué son los apegos? ¿Cómo funciona el apego desorganizado? ¿Cómo evitar el niño tenga un apego desorganizado? Son algunas respuestas que conocerás al continuar leyendo esta nota. No sólo entenderás cómo se forman las relaciones, también ayudarás a tu niño a tener un estilo de vida saludable desde las relaciones que forma.
¿Cómo se comporta una persona con apego desorganizado?
El apego, informa Mentes Abiertas Psicología, es un vínculo afectivo establecido desde los primeros momentos de vida entre la madre y el recién nacido, también con la persona encargada de su cuidado. Su función es asegurar el cuidado, el desarrollo psicológico y la formación de personalidad. El establecimiento del apego es relacionado con dos sistemas: el exploratorio y el afiliativo. El primero consiste en el contacto a través de los sentidos y el segundo el contacto con otras personas.
De acuerdo Área Humana, el desarrollo del apego tiene relación con el desarrollo del bebé. A partir de los 2 meses hasta los 6 meses, el bebé empieza a reconocer el apego a la persona que cuida principalmente de él o es su principal lazo afectivo. A partir de los 6 meses, la persona da una formación al apego. A los 3 o 4 años, hay un mayor control de los impulsos si tienen una base segura de apego.
El apego desorganizado, según Psicología Madrid, es donde el vínculo resulta amenazante porque el cuidador es agresivo, violento o realiza un tipo de abuso hacia el niño. Aquellas personas que deberían proteger y cuidar, son quienes maltratan, generando un desequilibrio fuerte, pues las y los cuidadores son imprevisibles e impredecibles.
El portal destaca que debido a que el bebé no puede sobrevivir sin el cuidador, soportará la agresión. Ante las agresiones, el niño podrá gritar, en dado caso de que no pueda mediar la situación, se disociará. La disociación es una pérdida del contacto con la realidad con el fin de evitar sentir dolor para poder tolerarlo. Al paso del tiempo, buscará ponerse encima de él para ganar control, le cuidará o agredirá.
Lamentees maravillosa detalla que en la edad adulta las personas podrán ejercer una posesividad, inseguridad o dificultad para la intimidad emocional, teniendo problemas para establecer límites. Para actuar frente a estos apegos las y los cuidadores no sólo deberán aprender a gestionar sus emociones, también deberán apoyar al niño a iniciar una relación terapéutica con el fin de revertir situaciones dolorosas.
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