El llanto en la vida es una vía de escape. Es un signo del dolor, del enojo, de la alegría o la tristeza. Es un barco de emociones que permite dejar en la costa aquello que pesa, molesta y detiene. Cuando el mundo es más caótico de lo normal, el llanto es una manera de parar el tiempo, permitiendo dar un paso más esperanzador. Sin embargo, el llanto también puede ser una condena cuando no se puede controlar o intervenir, un hecho común en las y los niños pequeños.
El llanto es una alternativa de regulación de emociones para niñas y niños. Fue su primer lenguaje para expresar hambre, sed, malestar, sueño o dolor. Por lo cual, conforme continúan creciendo, es su herramienta para comunicar sus emociones. La constancia, la intensidad o el volumen del llanto pueden provocar frustración, estrés y enojo en madres y padres al no conocer la causa.
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¿Por qué los niños parecen llorar por todo? ¿Cómo ayudarles a regular sus emociones? ¿Cuándo el llanto representa un signo de alarma? Son algunas de las preguntas que resolveremos en esta nota. Antes de iniciar, recuerda que la paciencia es tu mejor aliada durante estas etapas, pero si necesitas ayuda, no dudes en pedirla de tus familiares, amistades o seres cercanos. La crianza en equipo permite aprender y manejar las situaciones de mejor manera.
¿Cómo tratar a un niño que llora por todo?
De acuerdo con MedlinePlus, las y los niños lloran por diversas razones. El llanto es una respuesta emocional a una experiencia o situación de sufrimiento. El grado de angustia depende de los niveles de desarrollo y las experiencias previas. Las y los niños pueden llorar por dolor, tristeza, frustración, confusión, ira o cuando quieren expresar sus emociones. Cuando la capacidad de un niño para hacerle frente a las situaciones que provocan angustia, el llanto es natural. Eresmamá identifica otras razones:
- Cuando el niño comprueba que mediante el llanto se le presta atención
- Cuando el niño se da cuenta que el llanto es una manera de conseguir lo que quiere
- Cuando se encuentra incómodo físicamente
- El niño se encuentra en una adaptación continua, lo cual puede resultar doloroso
- Para demandar momentos, gestos de cariño y protección por parte de quienes le rodean
Con el tiempo, madres, padres y cuidadores detectarán el motivo del llanto al escuchar al niño. Si el llanto es recurrente y el niño presenta un cambio de coordinación, muestra señales de confusión, duerme más, llora durante su sueño, vomita, no come, está molesto, presenta dolor al tocar una parte de su cuerpo o no quiere caminar, son algunas señales que podrían detectar un problema de salud, detalla Cigna.
Cuando hay un niño sano, entonces se podría hablar que necesita habilidades de afrontamiento, pues no sabe qué hacer o cómo reaccionar cuando le suceden cosas desagradables. Según Child Mind Institute esto se refleja en no manejar el rechazo, las derrotas y los errores. Al tener dichas herramientas, podría responder de una manera más positiva reduciendo el llanto. Para acompañar este llanto, Álvaro Bilbao recomienda a madres, padres y cuidadores:
- Comprender al niño: intentar identificar qué cambio puede causarle el llanto y ponerse en su lugar
- Reducir la estimulación en el hogar: apagando los dispositivos electrónicos, bajando el volumen, intentando que la casa esté ordenada o reduciendo el número de personas en la sala
- Facilitar el descanso: mediante higiene de sueño para recuperar su energía y capacidad para afrontar problemas de manera autónoma
- Utilizar educación en lugar de confrontación: aplicar empatía, conectar con el niño, poner normas y límites facilitará su convivencia
- Ponérselo fácil: puedes ayudarles en las tareas que lo requieran, buscando devolverle esa tranquilidad y seguridad
(Con información de MedlinePlus, Eresmamá, Cigna, Child Mind Institute, Álvaro Bilbao)