Las madres y padres siempre buscan lo mejor para sus hijas e hijos. Sin embargo, algunos tipos de educación y protección por parte de los tutores pueden llegar a perjudicar el desarrollo de los infantes. Ejemplo de ello es la sobreprotección.
La sobreprotección es una práctica que consiste en mantener a las niñas y niños durante un tiempo indefinido bajo supervisión constante de los padres. Intentar proteger a los hijos demasiado puede tener consecuencias negativas en ellos, indica Bebésymás.
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A continuación, te contamos un poco más sobre los tipos de sobreprotección y las razones por las que es bueno que tus hijos aprendan a enfrentarse al mundo ellos mismos.
Consecuencias de la sobreprotección en los infantes
La sobreprotección puede llegar a ser contraproducente y traducirse en dificultades en la infancia, así como en el futuro de las niñas y niños. Según Faros-Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, los niños sobreprotegidos pueden:
- Convertirse en niños tiranos: la sobreprotección paterna unida a la falta de límites hace que los niños crean que tienen muchos derechos, pero ningún deber
- Tener muchos miedos: la sobreprotección puede ocasionar que los infantes experimenten miedos injustificados a muchas cosas debido a que sus padres las fomentan evitando que convivan y aprendan de situaciones, personas, animales y cosas desconocidas
- Falta de autonomía: el miedo provoca que los infantes no tengan confianza de sus propias capacidades y sientan que deben depender de alguien más, en este caso sus padres, para hacer lo que sea que quieran hacer
- La hiperprotección, detalla El País, evita que los hijos e hijas aprendan y desarrollen habilidades y competencias esenciales para su desarrollo como personas dentro de esta sociedad, convirtiéndoles en agentes pasivos que esperan a que sus padres solucionen sus problemas.
Estrategias para ayudarle a tu hijo a valerse por sí mismo
- Deja que se enfrenten a dificultades para que puedan adaptarse a un entorno que cambia constantemente y así, desarrollar sus habilidades.
- Evita atosigar a tus hijos e hijas si están en un espacio seguro, donde puede ser vigilado lo suficiente pero no demasiado.
- Favorece que piensen por ellos mismos, es decir, deja que tomen iniciativas, pidiendo su opinión en diversos temas y tomándoles en cuenta.
- Asegúrate de que realizan actividades con otros niños sin la presencia constante de adultos.
- No les des todo lo que pidan y no te anticipes a sus necesidades
- Trátales de acuerdo a su edad y se paciente
- Evita darles órdenes y estar continuamente recordándoles lo que tienen que hacer. Es mejor describir lo que tienen que hacer
(Con información de El País, Faros, BebésyMás).