Todo parecía normal en el embarazo de Alejandra hasta que, en uno de los chequeos de las ultimas semanas, los médicos detectaron algo raro en sus niveles de glucosa. Los estudios indicaron que padecía diabetes gestacional, una enfermedad considerada silenciosa porque no suele dar síntomas.
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“Yo siempre me sentí bien en mi embarazo, pero mi doctora en una clínica del IMSS me pidió hacerme unos últimos estudios en la semana 36 y gracias a eso detectaron que tenía 3 o 4 puntos arriba de lo normal en la glucosa y mi doctora me explicó que incluso un punto arriba ya se consideraba diabetes gestacional”, cuenta Alejandra en entrevista con Sumédico.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, la diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se presenta durante el embarazo, cuando una mujer embarazada presenta niveles altos de glucosa en sangre.
Jacqueline Alcántara, educadora en diabetes de Ultra-Fine menciona que la diabetes gestacional solamente se presenta durante el embarazo, regularmente entre la semana 24 y 28 de gestación. Para diagnosticarlo se requiere de una prueba de glucosa, ya que normalmente no da síntomas pero puede tener muchos riesgos para la salud de la mujer y el bebé.
Según datos de la Revista de Ginecología y Obstetricia de México, la prevalencia de diabetes gestacional en el país se reporta del 8.7 al 17.7% y es considerada la alteración metabólica más frecuente en embarazadas.
A nivel mundial, la prevalencia se ha estimado en 7% de todos los embarazos, es decir, hay más de 200 mil casos anuales.
No se habla lo suficiente de la diabetes gestacional
A pesar de que es un padecimiento común, no se habla lo necesario al respecto y muchas embarazadas ni siquiera saben de la enfermedad hasta que reciben un diagnóstico, por lo que tampoco están informadas sobre las posibles formas de prevención o diagnóstico oportuno.
“La diabetes gestacional es muy común pero muchas mujeres no lo dicen y la enfermedad se normaliza hasta cierto punto, cuando la realidad es que si no se controla puede causar complicaciones mortales”, menciona Alejandra.
Esta mamá primeriza refiere que después de que fue diagnosticada, su abuela le contó que de los cuatro embarazos que tuvo, en dos desarrolló diabetes gestacional y en el último desarrolló preeclampsia y casi muere, porque en ese momento había todavía menos información sobre la enfermedad.
Las instituciones médicas actualmente tienen identificado que se trata de una enfermedad común en las embarazadas y que se presenta generalmente a partir de la mitad del embarazo, pero según la experiencia de Alejandra, se debe alertar más sobre la importancia de un estilo de vida saludable antes y durante el embarazo para evitar complicaciones.
“En mi caso, me dijeron que haber bajado de peso antes de mi embarazo y cuidar mi alimentación fue clave para no presentar más complicaciones para mí y mi bebé con la diabetes gestacional”, destaca.
¿Por qué se produce la diabetes gestacional?
Alcántara dice al respecto que el principal factor para que se desarrolle la diabetes gestacional son las alteraciones hormonales del embarazo que pueden afectar la insulina, que es la hormona que regula la glucosa del cuerpo, generando una resistencia.
Los antecedentes familiares de diabetes o incluso de diabetes gestacional en otras mujeres de la familia son otro factor importante que puede alterar la glucosa en el embarazo, como fue el caso de Alejandra.
“Mi abuela y mis tíos tienen todos diabetes mellitus y los médicos me dijeron que automáticamente eso me convertía en una persona propensa a desarrollar resistencia a la insulina y potencial diabética, no fue que hiciera algo mal en mi embarazo, sino que influyó la genética”, relata.
En algunos casos, señala Jacqueline Alcántara, las mujeres ya tenían alteraciones de la glucosa antes del embarazo y no lo sabían, por lo que se detectan hasta que se hacen las revisiones.
La diabetes tipo 2 es la que se puede desarrollar de forma silenciosa con más regularidad y se relaciona con sobrepeso, obesidad y una mala alimentación, advierte la experta. Puede manifestarse por primera vez en el embarazo y confundirse con diabetes gestacional. Sin embargo, el término correcto para estas pacientes es diabetes con embarazo.
“Es fundamental que todas las mujeres embarazadas se hagan un estudio de glucosa entre la semana 24 y 28 de gestación, aunque no tengan ninguna molestia o estén sanas ni tengan factores de riesgo como sobrepeso o antecedentes, aunque lo ideal sería que cada mes se hicieran chequeos generales”, recomienda la educadora en diabetes.
También es importante considerar que, si en un embarazo previo se tuvo un bebé de 4 kilos o más, es un antecedente de que esa mamá probablemente tuvo diabetes gestacional y en el siguiente también lo tendrá.
Diagnóstico oportuno es clave para prevenir complicaciones
Gracias a los chequeos de rutina, los médicos detectaron la diabetes gestacional de Alejandra a tiempo, lo que permitió controlarlo solo con dieta y evitar complicaciones mayores para su bebé.
La principal recomendación que le dieron a Alejandra fue modificar su alimentación por una dieta estricta de 1500 calorías, además de chequeos constantes de la glucosa en casa.
Su alimentación fue muy alta en verduras, incluía también frutas con moderación y un bajo consumo de proteínas y cereales.
“Tenía que vigilar muy bien mi glucosa, no podía bajar de cierta cantidad en ayunas ni después de comer, además de que solo podía hacer 3 comidas al día, sin ninguna colación. La dieta fue muy estricta y bajo supervisión de una nutrióloga”, relata.
Jacqueline Alcántara menciona que un diagnóstico oportuno permite que se pueda controlar la diabetes gestacional principalmente con una buena alimentación y ejercicio y solo en algunos casos se requiere insulina o metformina.
Respecto a la insulina inyectada en el embarazo existen muchos mitos, pero la especialista menciona que, aunque puede requerir que se inyecte en el abdomen, no representa ningún riesgo para el bebé porque existen dispositivos con agujas ultra finas que son más delgaditas y no lastiman la zona de aplicación.
La diabetes gestacional no da síntomas
Uno de los principales problemas para diagnosticar de manera oportuna la diabetes gestacional en México es que muchas mujeres no se enteran de su embarazo hasta después de algunos meses, por lo que llegan tarde a sus revisiones médicas.
Hay que recordar que la diabetes gestacional no da síntomas porque no es como la diabetes tipo 1 o 2, que manifiesta síntomas como mucha sed o cansancio, ya que la glucosa sí se altera pero no tanto como en estos padecimientos.
“En la diabetes tipo 1 o 2 la glucosa sobrepasa los 180 miligramos de parámetro, mientras que en la diabetes gestacional, sobrepasa los 90 miligramos, por eso la importancia de detectarlo a tiempo con chequeos”, menciona la experta.
Diabetes gestacional favorece un bebé muy grande al nacer
El diagnóstico de Alejandra fue tan cercano a su parto que a la segunda cita de seguimiento se quedó internada debido a que era importante que su bebé naciera lo más pronto posible, pues aunque sus estudios indicaban que su azúcar no estaba descontrolada, la pequeña presentaba una disminución en su ritmo cardiaco.
Ese efecto está relacionado con la diabetes gestacional, por lo que era indispensable vigilarla y buscar que naciera pronto. “Me explicaron que ocurre porque el bebé empieza a subir mucho de peso y deja de caber en la bolsa, así que no se puede mover y disminuye su ritmo cardiaco”, detalla la joven mamá
Alcántara destaca que la razón de que un bebé crezca demasiado cuando la mamá tiene diabetes gestacional es que recibe toda la glucosa que está alterada, lo que favorece un crecimiento masivo. Lo recomendable es que un bebé pese 3,800 gramos máximo al nacer. Un mayor peso predispone al pequeño a la diabetes tipo 2 en el futuro.
El crecimiento excesivo del bebé durante el embarazo también requiere la mayoría de las veces de cesárea para que nazca y esto incrementa muchos riesgos.
Otra cosa es que como el bebé estaba recibiendo más cantidad de glucosa de lo que normalmente debería, al momento del parto se da un efecto donde puede presentar un bajo nivel de glucosa, lo que se llama hipoglucemia.
En general, una mujer con diabetes gestacional tiene más riesgo de presentar un aborto, que el bebé presente malformaciones congénitas, restricción del crecimiento intrauterino y crecimiento excesivo del bebé, alerta la Secretaría de Salud.
“Me indicaron que mi bebé debía nacer para cierta fecha o si no tendrían que inducirme el parto porque con la diabetes gestacional el parto se puede adelantar, porque el bebé no puede llegar a término en la semana 40”, dice Alejandra.
¿Cómo se cura la diabetes gestacional?
Afortunadamente la bebé de Alejandra nació bien y la diabetes gestacional se controló inmediatamente después del parto. De hecho, su comida en el hospital ya no tenía las restricciones de antes del nacimiento de su hija.
“La doctora me dijo que ya podía tener una dieta normal, porque después del parto me hicieron estudios y salió que mi glucosa estaba bien, por lo que ya podían dar por hecho que no tenía diabetes gestacional, incluso me regaló una dona de chocolate”, cuenta con una sonrisa.
Los médicos le explicaron que cuando sale la bomba de hormonas del cuerpo con el parto, automáticamente la enfermedad se quita y la insulina es normal en unas horas.
Aunque la diabetes gestacional prácticamente se quita después del parto, haber padecido esta enfermedad es un antecedente de una alteración en la glucosa, alerta Alcántara, de manera que es indispensable hacer un seguimiento después del parto por lo menos seis meses para ver cómo están sus niveles de glucosa.
“Lo normal es que después del parto se regularice la glucosa porque las hormonas vuelven a su estado normal y el trabajo de la insulina vuelve a ser efectivo. Si continua con cifras altas de glucosa, estaríamos hablando de que fue un antecedente para diabetes tipo 2 y requiere inmediatamente un control en su alimentación, hacer ejercicio y mantener un estilo de vida saludable”, puntualiza la educadora en diabetes.
“Es muy difícil estar a dieta, pero es necesario para el bebé”
Desde la experiencia de Alejandra, hace falta que se informe más a las mujeres sobre esta enfermedad, porque en su caso, menciona que no tenía ni idea de que al tener familiares con diabetes podría tener más riesgo de diabetes gestacional.
“Hasta que hablé de mi caso con mi familia me enteré que ya había antecedentes de la enfermedad en otras mujeres”, lamenta.
Si ya se tiene un diagnóstico de diabetes gestacional, lo más importante es seguir todas las recomendaciones del especialista y priorizar un estilo de vida saludable.
Principalmente la embarazada debe manejar horarios más estrictos respecto a su alimentación, modificar la carga de carbohidratos y consumir los que son de mejor calidad para que no se altere la glucosa, además de comer abundantes verduras, recomienda Jacqueline Alcántara.
En esta temporada de excesos, la especialista sugiere seguir con el monitoreo de glucosa, especialmente si comemos alimentos con más carga de carbohidratos o azúcares.
“Es importante apegarse al plan de alimentación recomendado por el especialista y evitar alimentos que parecen saludables pero no lo son, como algunas ensaladas con mucha azúcar”, alerta.
A otras mujeres viviendo con diabetes gestacional, Alejandra les dice que no decaigan, aunque es muy difícil estar a dieta para controlar la diabetes gestacional, es necesario para el bienestar de su bebé.
En caso de buscar un embarazo, su recomendación es comer todos los grupos de alimentos para llegar bien nutridas y con un peso saludable, además de que así se pueden controlar mejor los antojos por cosas con mucha grasa o azúcar como fue su caso.
“Muchas veces te puede desanimar comer siempre lo mismo o todo hervido, pero hay que buscar opciones. Yo buscaba recetas en Internet, cuidando mucho las cantidades que podía comer pero también me ayudó mucho ir con una nutrióloga que nos daba opciones de alimento y cómo podíamos combinarlo”, dice.
Para ella fue muy importante tener imaginación al seguir su plan de alimentación, incluso hacía un menú semanal como si fuera una cocina económica y se compró todo lo necesario para medir sus porciones, desde una báscula para comida, tazas y cucharas medidoras, hasta hacer listas con la cantidad exacta de alimentos que iba a necesitar para no desperdiciar.
“Es importante cuidar la alimentación desde antes del embarazo y durante, porque desafortunadamente hay bebés que nacen con sobrepeso o con diabetes”, menciona.
¿Cómo cuidarse con diabetes gestacional?
La educadora en diabetes de Ultra-Fine destaca algunas recomendaciones para que las mujeres embarazadas con diabetes gestacional disfruten sin poner en riesgo a su bebé:
- En todas las comidas es ideal incluir más verduras, incluso hay estudios que indican que comer verduras antes de cualquier otro alimento, ayuda a regular la glucosa no solamente cuando se tiene diabetes, sino en todas las personas.
- Si va a haber algún cambio de horario en las comidas, hay que monitorear la glucosa y elegir los alimentos adecuados para esa cena.
- Es fundamental no dejar de hacer ejercicio, puede ser solo una caminata o ejercicios que se pueden hacer sentada.
- Hay que evitar bebidas azucaradas y por supuesto, bebidas alcohólicas.
- La aplicación de la insulina no debe descuidarse por nada para evitar alteraciones graves en la glucosa.
La experta agrega que, si se tiene antojo de algo en especial se consulte con el nutriólogo para que indique las porciones adecuadas o cómo hacer una versión más saludable, así como la dosis de insulina que requieres en ese caso.
“No hay que descuidar el manejo de la diabetes gestacional, la educación en el tema es esencial para tomar mejores decisiones, siempre de la mano del médico y el nutriólogo”, concluye.
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