Un embarazo de alto riesgo es un embarazo que pone en riesgo la salud o la vida de la persona embarazada y el feto. Suele requerir atención especializa de proveedores capacitados. Algunos embarazos pueden volverse de alto riesgo conforme progresan, mientras otros desde el inicio o antes muestran complicaciones. Los factores pueden ser presión arterial alta, diabetes, VIH positivo, sobrepeso, obesidad, falta de peso, nacimientos múltiples, personas jóvenes o personas de edad avanzada, informa Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development.
Para tener un embarazo saludable pueden realizarse diversas prácticas, como programar una cita médica antes de quedar embarazada, solicitar atención médica prenatal de manera regular, evitar las sustancias de riesgo, realizarse pruebas adecuadas y estar al tanto de la sintomatología, menciona Mayo Clinic. Otra herramienta que puede llevarse a acabo es ingerir ciertos alimentos para fortalecer el sistema y tener menores repercusiones.
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En esta nota te compartimos los alimentos que puedes consumir. Antes de iniciar, cabe destacar que no habrá mejor recomendación que aquella proveniente de un especialista de salud informado del caso. En caso de querer incluir algún alimento o reducir el consumo de uno, una asesoría médica será adecuada.
¿Qué alimentos comer si tengo un embarazo de alto riesgo?
1. Frutas y vegetales
MedicalNewsToday recomienda consumir cinco porciones de frutas y vegetales al día en forma de jugos, secos, enlatados, congelados o frescos. Estos últimos contienen niveles más altos de vitaminas y nutrientes. En el caso de la fruta, es recomendable comerla en jugo, evitando los niveles de azúcares altos. Esta ingesta puede ser variada, pues cada vitamina y nutriente será necesaria para el cuerpo.
2. Proteína
Otra manera de consumir alimentos saludables es a través de las proteínas, explica MedicalNewsToday. Estas pueden proteínas saludables de origen animal, como pescado, pollo, carne magra y huevos. También se pueden adquirir a través de la quinoa, productos de soja y tofu, frijoles, legumbres, nueces, semillas y mantequillas de nueces. Incluso los mariscos, pues pueden reducir los niveles de ansiedad, pero en estos debe tenerse cuidado por los parásitos y bacterias presentes.
3. Lácteos descremados
El calcio y la vitamina D que se necesitan durante el embarazo pueden obtenerse a través de productos lácteos. Estos ayudan al desarrollo óseo del bebé y la salud ósea de la madre, además proporcionan vitamina B12 y proteínas. Eresmamá sugiere que los productos sean descremados para evitar el aumento de lípidos en la sangre, especialmente en personas embarazadas con trastornos cardiovasculares, diabetes u obesidad.
4. Legumbres
Eresmamá también recomienda las legumbres, como garbanzos, lentejas, arvejas y frijoles al ser fuente de proteína vegetal, fibra, hierro y ácido fólico que ayudan al desarrollo de los glóbulos rojos y estimulan la formación del tubo neural del feto. Su consumo ha sido asociado con menor riesgo de baja de talla y menor indicio de diabetes tipo 2. Las legumbres pueden consumirse desde caldos, sopas, platillos y ensaladas.
5. Cereales integrales
Para finalizar la lista, Eresmamá también recomienda cereales integrales, como arroz, maíz, trigo y pan integral para mantener los niveles de azúcar en sangre y promover la saciedad en el embarazo. Además proporcionan fibra insoluble que ayuda a reducir el riesgo de estreñimiento y las hemorroides. Aportando vitaminas del complejo B para el desarrollo del feto y mantener la energía de la persona embarazada.
(Con información de Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, Mayo Clinic, MedicalNewsToday, Eresmamá)