Las y los niños pueden inventar nuevos mundos, nuevos juegos y nuevas maneras de divertirse. Su creatividad, su ingenio y sus diversas capacidades les permite sumergirse en una aventura cada día. Aunque todo es felicidad, cuando aparece un conflicto, las cosas pueden comenzar a ser difíciles. No sabemos ni cómo, ni cuándo intervenir en una pelea sin darle preferencia a uno. ¿Cómo mediar la pelea? Estos consejos te ayudarán.
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Intervenir en peleas de niñas y niños es una tarea delicada que requiere tanto comprensión emocional, como habilidades prácticas. Las peleas entre niños son comunes y forman parte del proceso de socialización y desarrollo. Sin embargo, cuando una pelea escala y se vuelve física o emocionalmente dañina, es crucial actuar de manera adecuada para proteger a los involucrados y enseñarles a resolver sus diferencias de manera constructiva.
Realizar una intervención efectiva no sólo implica detener la pelea, también abordar las causas subyacentes y fomentar un ambiente donde se puedan desarrollar habilidades de resolución de conflictos. ¿Qué consejos nos pueden llevar a cabo las decisiones y acciones adecuadas? Aquí te lo decimos.
¿Por qué pelean los niños pequeños?
De acuerdo con American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, todas las personas tienen sentimientos de agresividad. Como personas adultas, nosotros aprendemos a controlar esos sentimientos. Sin embargo, las y los niños a menudo demuestran agresividad física, como morder y arañar a otros. Este comportamiento es relativamente común y a menudo aparece cuando el niño cumple un año.
La institución agrega que si bien puede ser parte del desarrollo normal morder de vez en cuando, el morder persistentemente es una señal de que el niño tiene problemas emocionales o del comportamiento. Mientras que muchos niños pelean ocasionalmente con otros o les dan, la agresión física frecuente y/o severa puede significar que el niño tiene serios problemas emocionales o del comportamiento que requieren una evaluación e intervención profesional.
Guía Infantil detalla que las y los niños de edad preescolar a menudo se pelean por los juguetes o por cualquier cosa. En algunos casos, suelen ser premiados involuntariamente por su comportamiento agresivo. Por ejemplo, puede que un niño empuje a otro niño, tirándole al suelo o quitándole su juguete. Si el otro niño llora y se aleja, el niño agresivo se siente victorioso ya que consiguió el juguete. Es importante identificar si este patrón esta ocurriendo frecuentemente para realizar otras acciones.
Eresmama informa que varias veces, la duda sobre intervenir -o no- en las peleas entre niñas y niños tiene que ver con esa vocecita interna de sobreprotección. Sin embargo, hay que tener un cuidado especial de no confundir protección con abandono. Entre los consejos que pueden ayudar al momento de intervenir son:
- Conocer las causas de la pelea: conocer por qué se pelean. No hay que presuponer, sino escuchar a las y los niños y comprender qué fue lo que desencadenó el conflicto. No se trata de preguntar “quién empezó” para buscar un culpable, pero si para entender lo que sucede
- Evitar ser agresivos: si nos implicamos en una situación en donde buscamos poner punto final a la agresividad y a la violencia, no podemos hacerlo mostrándonos agresivos ni violentos
- Procurar el diálogo: debemos procurar el diálogo, mantenernos firmes y explicar por qué no se deben pelear. Al mismo tiempo, hay que ayudar a los niños a encontrar una solución al conflicto al actuar como mediadores
- Transmitir valores: nuestra intervención requiere que dejemos alguna enseñanza. Se trata de que puedan encontrar formas saludables de discutir y de establecer acuerdos
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