La mollera, mejor denominada fontanela, del bebé es el espacio que queda entre los huesos del cráneo, que se encuentra allí para facilitar la salida del bebé por el canal de parto. Este espacio se irá cerrando conforme el bebé crezca. Y es por eso que cuando tenemos a un bebé en nuestros brazos, al menos en México, es común que digamos “cuidado con su mollerita”.
Según la organización Healthy Children, durante el parto, el bebé tiene que rotar y salir por el canal de parto. Esto quiere decir que los bebés no nacen con la cabeza perfectamente redonda.
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Explica: “Para todas las que han tenido o tendrán un parto vaginal, es una gran bendición que el cráneo de los bebés esté hecho de placas óseas suaves que tienen la capacidad de comprimirse o superponerse para ajustarse al estrecho canal de parto, un proceso conocido como moldeado”.
¿Qué es la mollera en bebés y para qué sirve?
“Notará que 1 o 2 áreas en la cabeza de su bebé parecen no tener protección ósea. Estos puntos blandos, llamados fontanelas (anterior para la más grande en el frente, posterior para la más pequeña y por lo general menos notoria en la parte de atrás), son grietas en el cráneo de un recién nacido que permitirá que el cerebro de su bebé tenga un crecimiento rápido el próximo año”, señala Healthy Children.
La organización señala que, aunque muchos padres tienen miedo de tocar estos puntos blandos, pueden sentirse tranquilos de que, a pesar de que no tienen una capa ósea, están bien protegidos para soportar la manipulación diaria del bebé.
Otras cosas que debe saber acerca de la mollera o fontanelas, incluyen:
- En bebés pequeños. Un punto blando hundido (cuando se combina con una mala alimentación y pañales secos) puede sugerir deshidratación. Por lo que hay que asegurarse de tener un buen entendimiento sobre cómo reconocer la deshidratación y consultar con un médico si se tiene alguna preocupación.
- En algunos casos. El punto blando en la parte superior de la cabeza del bebé puede parecer que pulsa. No debe preocupar, ya que este movimiento es muy normal y simplemente refleja el pulso visible de la sangre que corresponde con el latido del corazón del bebé.
En resumen, de acuerdo con Familia y Salud, “no hay riesgo para el bebé cuando se tocan porque son membranas fibrosas, gruesas y resistentes. El pediatra las suele tocar en cada revisión para evaluar si se cierran con normalidad”.
El hecho de que los huesos de la cabeza no estén soldados permite que la cabeza se amolde a la pelvis de la madre durante el parto. Posteriormente, durante los dos primeros años de vida el cerebro crece mucho y necesita espacio. Las fontanelas, o mollera, se van osificando. La menor se suele cerrar antes de los 3 meses, y la mayor tarda bastante más, entre 12 y 18 meses.
Sin embargo, si debemos cuidar que el bebé no pase demasiado tiempo acostado con su cabeza en una sola posición.
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