Especialistas del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, aplican una técnica llamada Rodríguez Bosch (RB) para el tratamiento de la hemorragia obstétrica, con la cual se han logrado cero muertes maternas por tres años consecutivos y desde 2017 a la fecha solo ha ocurrido una muerte materna por hemorragia obstétrica.
En los últimos dos años, la primera causa de muerte materna en México es la hemorragia obstétrica, siendo el acretismo placentario una de las complicaciones del embarazo que más se asocia a hemorragia.
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¿Qué es el acretismo placentario?
De acuerdo con un boletín emitido por la Secretaría de Salud (Ssa) “el acretismo placentario consiste en una adherencia anormal de la placenta, con penetración hasta el músculo del útero (miometrio), lo que provoca sangrado incontrolable al intentar desprender la placenta del útero, condicionando en algunos casos, el fallecimiento por hemorragia durante el proceso de alumbramiento”.
El subdirector de Ginecología y Obstetricia del INPer, Mario Rodríguez Bosch, es el creador este modelo de atención (técnica RB), señaló que cada año en promedio atienden en el INPer más de 40 casos de acretismo placentario, lo que representa uno de cada 50 nacimientos que atiende el instituto.
¿Quiénes tienen un mayor riesgo?
Rodríguez Bosch refirió que tienen mayor riesgo de desarrollar esta condición las mujeres con una o más cesáreas previas, o uno o más legrados o cirugías uterinas de cualquier tipo.
Muchas de las mujeres embarazadas con esta condición son asintomáticas, aunque en algunas ocasiones pueden presentar sangrado, por lo que es importante realizar el control médico desde el primer trimestre para la detección oportuna.
Cuando las mujeres presentan acretismo placentario el nacimiento debe ser por cesárea, evitando incidir en la zona de inserción placentaria y se realiza sin retirar la placenta y una semana después realizan una histerectomía para quitar el útero con la placenta adherida -acreta-, lo que reduce el riesgo de hemorragia.
¿Dónde y quiénes lo realizan?
En este procedimiento de alta especialidad participa un equipo multidisciplinario integrado por personal experto en hemorragias obstétricas: gineco-obstetras, anestesiólogos, especialistas en urología ginecológica, así como enfermería quirúrgica. También intervienen banco de sangre y terapia intensiva, entre otros.
Rodríguez Bosch explicó que otras instituciones de la Secretaría de Salud, como el Hospital General de México “Eduardo Liceaga” y el Hospital de la Mujer tienen sus propios protocolos de atención de placenta acreta, con buenos resultados.