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Beneficios y desventajas de las relaciones sin etiquetas

Las relaciones sin etiquetas permiten explorar libremente y construir un vínculo basado en la autenticidad pero también incluyen algunos desafíos emocionales para los que hay que prepararse

Puede haber beneficios de las relaciones sin etiquetas, pero no son para todos.
Puede haber beneficios de las relaciones sin etiquetas, pero no son para todos. Créditos: Canva
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Las relaciones sin etiquetas, es decir, aquellas donde hay un vínculo romántico, afectivo o de intimidad, pero donde no son novios como tal o una pareja estable, son cada vez más comunes, especialmente en las personas jóvenes. ¿Hay beneficios de tener relaciones sin etiquetas? Esto es todo lo que debes saber al respecto.

A este tipo de relaciones se les atribuyen muchos beneficios, como la liberación de ataduras y que no se tienen expectativas como en las relaciones convencionales, lo que brinda libertad y flexibilidad.  

No tener etiquetas en la relación permite explorar libremente y construir un vínculo basado en la autenticidad y la comunicación abierta. Sin embargo, este tipo de relación no es para todos, ya que se desafían los conceptos arraigados sobre el amor, la monogamia y el compromiso.

Cuando se inicia una relación sin etiquetas, hay que tener presente que se trata de un vínculo donde no hay expectativas rígidas y se mantiene una conexión libre y menos definida. No hay restricciones impuestas por las normas sociales y se disfrute de la libertad de explorar necesidades y deseos.

Beneficios de tener relaciones sin etiquetas 

Si estás por iniciar un tipo de relación como esta, es posible que requieras de ciertas cualidades para disfrutarlo plenamente, como: 

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  • Autonomía individual, para que cada uno tenga espacio y libertad de desarrollarse de forma independiente, reconociendo que el amor y la intimidad no se limitan a una sola persona. 
  • Establecer límites, con una comunicación abierta y consentimiento mutuo, entendiendo que no hay una falta de compromiso o respeto hacia el otro, sino límites en los que ambos están de acuerdo.
  • Deseo de explorar, ya que en este tipo de relaciones hay un descubrimiento personal porque se pueden tener varias parejas o conexiones emocionales, lo que permite expresar la individualidad y distintas facetas de la vida amorosa.
  • Autenticidad, para ser uno mismo en todo momento y disfrutar sin sentirse limitado por expectativas predefinidas.
  • Comunicación abierta, que requiere de hablar de las necesidades y deseos constantemente para garantizar que todas las partes estén en sintonía y la relación sea saludable. 

Desventajas de las relaciones sin etiquetas

Como lo mencionamos al inicio, las relaciones sin etiquetas no son para todos, ya que aunque tienen muchas ventajas, también presentan desafíos que pueden afectar nuestro bienestar emocional, como: 

  • Inseguridades, esto debido a que no hay una estructura clara se pueden desencadenar inseguridades y celos, lo que requiere trabajar más en la confianza y la seguridad en sí mismo.
  • Nula estabilidad, pues no hay un compromiso formal y constantemente se puede vivir en la incertidumbre o con problemas para planificar a largo plazo.
  • Falta de comprensión, especialmente porque la mayoría de las personas no acepta este tipo de vínculos, lo que causa juicios y críticas que a la larga pueden dañar el bienestar.
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¿Estoy listo para este tipo de relación? 

Al final, será tu decisión elegir el tipo de relación que quieres establecer y ninguno es mejor que otro, simplemente cada uno tiene características específicas con las que podemos o no sentirnos cómodos.

De acuerdo con la psicóloga Lorena Soto, quien es especialista en apego y miembro del Family Relations Institute, la razón por la que muchos prefieren etiquetas en las relaciones es porque ello les permite sentirse parte de un grupo.

Cuando se cambian las reglas, como en las relaciones sin etiquetas, hay más incertidumbre y aumenta la ansiedad, por lo que debemos adaptarnos poco a poco al cambio si es que deseamos probar.

(Con información de Psicología y Mente, La Tercera)