La intimidad en pareja es muy importante, sin embargo, conforme pasa el tiempo, la actividad en la cama puede disminuir y a continuación, te diremos cuáles son los motivos por los que se deja de tener este acercamiento en pareja.
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Existen diversos motivos por los que se puede dejar de tener intimidad en pareja y es importante que los conozcas para que los tomes en cuenta.
Los motivos por los que se deja de tener intimidad en pareja
Son muchos los factores que pueden provocar un descenso notable en la frecuencia íntima, sobre todo en parejas que llevan mucho tiempo y estos pueden ser algunos motivos:
- Aburrimiento
La falta de novedad y la rutina íntima influyen en la disminución del deseo. La resolución pasa por la proactividad. Explorar nuevas formas de erotizar, lecturas o videojuegos compartidos, lugares distintos, tiendas eróticas y probar juguetes podría ayudarles.
- Conflictos
Es casi nada probable que una persona que está enojada con su pareja quiera tener intimidad. Por lo que es muy importante tratar de resolver los conflictos en otros ámbitos si se quiere mejorar en este aspecto.
Si los conflictos se han acumulado durante años quizá sea bueno plantearse acudir a terapia, individual y/o de pareja, para buscar orientación a la hora de resolver los problemas.
- Miedo
Este miedo se refiere a descubrir que la pareja y no te encuentra atractivo, temes que la pareja tenga intimidad fuera de la relación o miedo a que su relación termine.
Con estos miedos en la mente, es fácil entender por qué cuesta hablar. Ser consciente de cuáles son los miedos y por qué, es el primer paso para afrontarlos. Es positivo hablarlos antes con alguien de confianza o con un profesional.
- Falta de comunicación
Comprender que la vida íntima se ha detenido es el primer paso para mejorarla. El silencio sobre la intimidad es un camino seguro hacia la rutina y el desinterés, por lo que se puede plantear hablar con más frecuencia, intentando tener un espacio y tiempo de calidad.
- Cansancio
El estrés y el cansancio afectan al deseo íntimo. El trabajo, los hijos o el cuidado de los padres, hacen que la intimidad ocupe un lugar bajo en la lista de prioridades. Por lo que es importante buscar equilibrio entre la aceptación de que hay épocas difíciles para la intimidad, pero siempre es posible buscar posibles alternativas, pequeños momentos en los que puedan estar solos y tener intimidad.
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