La intimidad aporta diferentes beneficios en la pareja y a nivel personal y existe el mito de que los hombres quieren tener intimidad siempre, pero ¿en verdad es esto cierto? A continuación, te decimos lo que dicen los expertos al respecto.
Por muchos años se ha creído que los hombres siempre quieren tener intimidad, por lo que la profesora Sarah Hunter Murray propuso acabar o confirmar de una vez por todas esta creencia.
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¿En verdad los hombres siempre quieren tener intimidad?
Sarah Hunter Murray le dijo a Men's Health que lo primero que quiso hacer fue descubrir por qué se cree que los hombres siempre quieren intimidad, y encontró algunas razones para ello.
Todo empezaría con el hecho de que la mayoría de los hombres jóvenes se excitan fácilmente, incluso aunque no estén pensando en intimidad. Por otro lado, a través de muchas vías de comunicación se ha representado al personaje masculino como que siempre piensa en intimidad.
También es cierto que existe una fuerte presión social que señala que los hombres son muy sexuales por lo que buscan demostrar todo el tiempo su masculinidad.
Los hombres no siempre quieren tener intimidad
Sarah Hunter Murray para comprobar si los hombres siempre querían tener intimidad revisó más de 100 estudios científicos al respecto de esta cuestión y se convenció de que esta creencia es equivocada.
De acuerdo con sus investigaciones, la libido de la mayoría de los hombres alcanza su punto máximo entre la adolescencia y los veinte años. Posteriormente, disminuye lentamente, especialmente en hombres que tienen relaciones de pareja a largo plazo.
A partir de los 30 años, la urgencia de intimidad en pareja disminuye paulatinamente, especialmente si ya tienen hijos y tienen carreras laborales exigentes. La libido generalmente sigue disminuyendo a medida que los hombres envejecen, especialmente si desarrollan problemas crónicos de salud.
Por otro lado, a los hombres se les enseña la creencia que se debe de ser “macho” todo el tiempo, incluso cuando no se apetece tener intimidad. Es por eso que los estudios científicos en los que se preguntaba a los hombres por su deseo y se utilizaban detectores de mentiras, los encuestados declaraban tener menos deseo y menos intimidad.
Otro dato que demuestra que los hombres no siempre quieren tener intimidad es que en los casos de parejas que acuden a terapia debido a desequilibrios de deseo, son las mujeres las que demandan tener más intimidad.
Otros estudios han demostrado que a muchos hombres les gustaría no ser quienes siempre tienen que tomar la iniciativa para conocer a una mujer; o que es muy probable que sean ellos quienes rechacen la oportunidad de tener intimidad si están preocupados por otro tema.
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