PLACER

¿Cuántas veces es normal que mi pareja pueda darse placer a sí misma?

La autocomplacencia es común para reconocer el placer individual en un vínculo

El placer es parte de la vida
El placer es parte de la vidaCréditos: Canva
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Muchas personas piensan que la autosatisfacción desaparece al tener pareja, pero la realidad es otra. Según declaraciones de una terapeuta de pareja, citada por el medio The Objective, las personas que tienen pareja se masturban un promedio de 10 veces al mes. Los solteros lo hacen 16 veces al mes.

La salud íntima es parte de las relaciones / Pexels

El acto de darte placer no es un signo de insatisfacción, sino una forma saludable de explorar el cuerpo y aliviar tensión. Incluso, algunas parejas incluyen este tipo de actividades en sus calendarios íntimos. 

De acuerdo a Michael Shelton, columnista de Psychology Today (PT), "Los hombres se masturban con más frecuencia que las mujeres (de dos a cuatro veces al mes para las mujeres y de cuatro a nueve veces al mes para los hombres). Muchas personas aprenden acerca de sus cuerpos y responsividad sexual mediante la masturbación".

¿El acto del autoplacer hace daño a las relaciones de pareja?

Este acto depende de la edad, el deseo, el estrés y el estilo de vida. Sin embargo, estudios publicados sugieren que es una alternativa segura cuando hay un riesgo de infecciones transmitidas sexualmente y puede ayudar a las personas solteras que no tienen una pareja disponible para mantener su expresión y funcionamiento de los órganos reproductores.

Según la sexóloga María Paula Lozano, "La masturbación ha estado rodeada de silencios y prejuicios durante siglos. A pesar de que la ciencia ha desmentido viejas creencias que la asociaban con ceguera, esterilidad o incluso la muerte, aún hoy muchas personas la viven con culpa o como un tema prohibido".

Los expertos en relaciones amorosas recomiendan hablar abiertamente con la pareja o acudir con un terapeuta certificado. Este acto puede favorecer la autoconciencia corporal, reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo, aumentar la conexión física del vínculo, compartir fantasías, descubrir nuevas formas de placer.

Incluso puede complementar la vida íntima en cualquier vínculo amoroso, pero no reemplazarla. 

Lo ideal es no juzgar, sino comunicar. Hablar de los deseos, los límites y las necesidades sexuales fortalece la confianza y evita malentendidos. Es decir, no ver el placer como competencia, sino como parte del bienestar individual.

Este acto en pareja es normal y saludable si no interfiere con la intimidad compartida. No hay una frecuencia correcta, sino una relación equilibrada entre deseo, comunicación y respeto mutuo.

¿Reconoces tu propio placer?

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