A todos nos ha pasado que la novia o el novio de una gran amistad no es de nuestro agrado, pero, ¿tiene sentido expresarlo en voz alta? Distintos terapeutas exponen su punto de vista sobre cómo y cuándo podría ser prudente externar nuestra incomodidad por su pareja. Así como la forma más prudente de hacerlo para no dañar la amistad.
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¿Qué hacer si no soporto a la pareja de mi mejor amigo?
La doctora Emma Ribas, autora de Mindful Love (Plataforma Editorial, 2024). “Hay que hablar del tema cuando pensamos que de verdad peligra la salud mental de nuestro amigo o si percibimos sufrimiento cuando está con su pareja”. Ella señala que cuando hay dependencia emocional, lo habitual es que quien la sufre niegue la situación y se enfade al escuchar a un amigo expresar una opinión no demasiado positiva de su pareja.
“En consulta me encuentro muchos casos de pacientes que se plantean cortar con aquellas amistades en las que el amigo tiene una dependencia emocional con alguien nocivo”, dice. Pero por eso es clave el abordaje para dejar que se exprese, como hacerlo desde un espacio donde no haya juicio, donde la otra persona se sienta libre y pueda expresarse, comenta la experta. Por ello mismo, sugiere evitar dar consejos si la persona no los ha pedido. “Hay que validar sus emociones para encontrar esa puerta y finalmente, poder expresar lo que observamos”, dice.
Rafael San Román, autor de ¿Qué le cuento a mi psicólogo? “Si simplemente no nos gusta la persona, lo oportuno es no decir nada, porque cada uno tiene derecho a cometer sus errores y aciertos. Es más: si aunque no nos cae bien, vemos que hace feliz a nuestro amigo, hemos de celebrarlo …En cambio, sí hay que decir algo cuando nuestro amigo tiende a ponerse en riesgo o en ridículo cuando está su pareja”, explica este terapeuta.
Mientras que una forma neutral de exponerlo, podría ser esta, sugiere: “Si no nos agrada cómo actúa cuando está su pareja … Probablemente lo más útil sea no transmitirle nuestras impresiones personales, sino poner ejemplos de situaciones que nos parece que puedan estar haciéndole daño. Por ejemplo: ‘Me da la sensación de que cuando estás con tu pareja tiendes a hacer esta cosa que nunca haces con otras personas’. Así se pone neutralidad en el tema y se tantea sin ir a lo frontal ni al ataque personal, porque entonces, el amigo se cerrará en banda”.
Borja Vilaseca, autor de Ama tu soledad (Vergara, 2024). “Una amistad verdadera necesita unas bases y por ello, lo oportuno es poder hablarlo a priori y decirle a un amigo que si alguna vez siente que estamos saliendo con alguien y que esa relación nos está cambiando de forma negativa, nos gustaría que nos lo dijera. Eso denota un gran nivel de madurez para poder ser confrontado en algún momento, algo que en general no nos gusta, y menos cuando no lo hemos pedido. Al crear esas bases, si finalmente el supuesto ocurre, podrá ser algo a comentar y podrá ser dicho con asertividad, sin darlo como una verdad objetiva”, dice.
De acuerdo con esta psicóloga, tenemos una gran dificultad de ser autocríticos y cuestionados. Por eso, a veces estas conversaciones pueden hacer que la amistad se resienta y cosechemos el resultado opuesto al buscado. Se ha de decir con humildad y asertividad, pero dependiendo del nivel de consciencia de a quien se le hace el comentario, la reacción puede ser diferente, expresa. “En el fondo, hacer terapia es contarle nuestra narrativa subjetiva a alguien para tener un feedback objetivo y un buen amigo tendría que servir para dar un feedback objetivo al cuestionar nuestra narrativa”.
En resumen, de acuerdo con El País, los expertos coinciden en que ante casos de abusos y toxicidad, es fundamental hablar del tema, y cuando se trata de una amistad verdaderamente profunda, si la pareja en cuestión realmente está cambiando la dinámica de la relación, puede ser un asunto a ser tratado desde la asertividad y sin juzgar.
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