Terminar una relación es uno de los procesos emocionales más desafiantes que podemos enfrentar. Y, al ser un momento de transición tan complejo, a menudo cometemos errores que dificultan la recuperación. La forma en la que manejamos el duelo tras una ruptura de pareja puede marcar una gran diferencia en nuestra capacidad para sanar y avanzar.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando se termina una relación?
Según Gabriel Gutiérrez Ospina, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, durante una ruptura ocurre lo opuesto a lo que experimentamos al iniciar una relación. Los niveles de dopamina, serotonina, oxitocina y vasopresina, neurotransmisores que generan sensación de bienestar y apego, disminuyen drásticamente, dejándonos en un estado emocional vulnerable.
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Esta baja en los químicos del bienestar no solo provoca tristeza, sino que también suele llevarnos a cometer errores que intensifican el dolor y dificultan el proceso de sanación. A continuación te compartimos seis errores comunes que pueden hacer el proceso más difícil y cómo evitarlos:
1. Creer que nunca encontrarás a alguien “mejor”
Es normal pensar que no habrá nadie que se compare con tu ex. Pero, como sugiere la psicóloga Jennice Vilhauer, la relación terminó por razones que no debes ignorar. Aunque puedas sentir que la ruptura tuvo que ver con tus acciones, recuerda que ambos compartían una dinámica que no funcionaba. Este es el momento para enfocarte en tu desarrollo y en trabajar las cualidades que quieres en una nueva pareja. Así, cuando llegue el momento, estarás listo para una relación más compatible.
2. Pensar que estás “condenado a estar solo”
Es fácil caer en la trampa de pensar que esta ruptura significa algo sobre tu valor personal, pero recuerda que una relación terminada no define quién eres. Como Vilhauer menciona, las creencias negativas pueden volverse profecías autocumplidas si actúas de acuerdo a ellas. Si en cambio decides ver esta experiencia como una oportunidad para aprender y crecer, estarás más preparado para una futura relación que realmente funcione.
3. Buscar un cierre definitivo
Aunque puede ser doloroso, a veces el “cierre” que necesitamos ya lo tenemos en el final mismo de la relación. Exigir respuestas de la otra persona solo alarga el proceso de duelo. En vez de buscar una explicación, enfoca tu energía en ti: aprovecha el tiempo libre para explorar nuevos pasatiempos, mejorar tu salud o dedicarte a actividades que te fortalezcan. Así rediriges tu atención hacia el futuro y dejas el pasado atrás.
4. Intentar ser amigos demasiado pronto
Muchas personas se aferran a la idea de una amistad inmediata para mantener un lazo con su expareja, pero esto puede complicar el proceso de sanación. Aunque no es imposible ser amigos tras una ruptura, la experta enfatiza que esto solo será genuino cuando ambos hayan sanado. Durante ese tiempo, los expertos recomiendan establecer límites y practicar el “contacto cero”, especialmente en redes sociales, para crear la distancia necesaria y disolver el vínculo emocional.
5. Stalkear a tu ex en redes sociales
El acceso digital puede ser un obstáculo importante para superar una ruptura. Aunque sea tentador vigilar a tu ex y saber lo que está haciendo, esto solo prolonga el dolor y dificulta el proceso de dejar ir. Lo ideal es eliminar a esa persona de tus redes sociales o silenciar sus publicaciones para proteger tu bienestar mental y evitar esos recordatorios constantes.
6. Idealizar los buenos momentos y olvidar los malos
Recordar únicamente los momentos felices es un mecanismo de defensa, pero también puede llevar a la nostalgia y dificultar el proceso de sanar. Vilhauer sugiere un enfoque equilibrado: en lugar de enfocarte en lo positivo, intenta recordar los aspectos dolorosos que llevaron al final de la relación. Escribir estos recuerdos y leerlos en voz alta puede ayudarte a ver la situación de manera completa, sin idealizar ni guardar resentimientos.
Si estás atravesando por un rompimiento, recuerda que puede parecer insuperable en un principio, pero cada paso te acerca a una versión más fuerte y completa de ti mismo. Haz del crecimiento personal tu prioridad, reconoce los errores y deja que el tiempo haga su trabajo. ¡Tú puedes!