Hacer ejercicio tiene demasiados beneficios, físicos y psicológicos, por ejemplo, desde levantar el estado de ánimo hasta mejorar la vida sexual. Por ello descubre cuatro razones del porqué mantenerse ejercitada o ejercitado puede mejorar tu vida íntima.
Las personas que hacen ejercicio regularmente suelen tener más energía y resistencia, lo que puede traducirse en un mejor rendimiento sexual. Esto es porque al estar en mejor forma física, se experimenta menos fatiga, lo que permite disfrutar más de la actividad sexual sin agotarse rápidamente.
Te podría interesar
4 razones por las que hacer ejercicio mejora nuestra vida íntima
Sin embargo, estas podrían ser otras razones de cómo hacer ejercicio influye en el bienestar de una vida sexual positiva.
1. Mejora de la autoestima. “La actividad física es útil no solo para mejorar la composición corporal, también para favorecer mecanismos neurológicos que hacen que nos juzguemos positivamente (autoconcepto) y que nos apreciemos más (autoestima)”, según el blog deportivo Vitónica. Esto quiere decir que, sentirse bien con el propio cuerpo puede reducir la inhibición y mejorar la conexión emocional durante el sexo.
2. Más excitación, menos disfunción. De acuerdo con MayoClinic, “la actividad física regular puede aumentar la excitación en las mujeres. Por su parte, los hombres que hacen ejercicio regularmente son menos proclives a tener problemas de disfunción eréctil que los que no lo hacen”. Además, el ejercicio regular, en especial el entrenamiento de fuerza, puede aumentar la producción de testosterona; hormona fundamental para la libido en hombres y mujeres. Un nivel adecuado de testosterona puede mejorar el deseo sexual y la energía en general.
3. Mejora la circulación sanguínea. Según el blog deportivo y de nutrición KOA, “el ejercicio físico mejora la salud de nuestros vasos sanguíneos ya que aumenta el ritmo cardíaco y como consecuencia la circulación de la sangre, de tal forma que se eleva la irrigación de los genitales, que incide de forma directa en la erección por parte de los hombres y en la lubricación en caso de las mujeres. Todo esto tiene como consecuencia que el orgasmo sea más fácil de conseguir, y que por tanto, nuestras relaciones sexuales sean significativamente más provechosas si realizamos ejercicio físico con regularidad”.
4. Endorfinas versus estrés. Cuando hacemos ejercicio liberamos endorfinas. “Estas son neurotransmisores opiáceos, ya que su efecto es similar al del opio, y por lo tanto son inhibidoras del dolor, ya que estimulan los centros de placer en el cerebro. Las generamos cuando practicamos sexo o realizamos ejercicio, y cuando comemos chocolate o picante. Su función es transmitirnos una sensación placentera cuando hacemos algo conveniente para nuestro cuerpo y nos motivan a repetirlo, buscando de nuevo esa actividad beneficiosa. En resumen, son sustancias que nos hacen sentir bien, y de esta forma incitamos al cuerpo a la relajación y reducimos el estrés, siendo este último un reconocido antisexo. Al fin y al cabo, sentirse mejor y tener más buen humor influye de forma determinante en nuestro deseo sexual”, según KOA.
En resumen, el ejercicio no solo mejora la salud física en general, sino que también tiene efectos directos en la calidad de una vida sexual positiva, ya que afecta aspectos clave como la energía, la autoestima, la excitación, la erección, la circulación, la lubricación, y la liberación de endorfinas que actuarán como antiestrés, y con ello influyendo en la sensación de placer y deseo.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.