Cariño, empatía, apoyo, comunicación, soporte, seguridad, equilibrio, refugio. Por varias razones podemos estar encantadas con nuestra relación, sin embargo, sentimos que le falta hago. Más salidas, más comunicación, más detalles Algo siempre hace falta para ser esa pareja ideal. ¿Es aconsejable estar en busca de la perfección y felicidad en nuestra relación de pareja?
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Dejar de buscar la felicidad en tu relación es un paso fundamental hacia el bienestar personal y emocional. A menudo, tendemos a depositar nuestras expectativas de felicidad en la pareja, creyendo que su amor y atención son la clave para sentirnos completos.
Sin embargo, esta dependencia puede llevar a una dinámica poco saludable, donde nuestra autoestima y satisfacción personal quedan atadas a factores externos que están fuera de nuestro control. Además, puede ocasionarnos diversos problemas con la persona que estamos.
¿Qué es la felicidad en una relación?
De acuerdo con Mundo Psicólogos, aunque sea difícil de admitir, en algunas ocasiones las personas pueden no ser felices con su pareja. Ya sea debido a que existen peleas constantes, existen demasiada distancia emocional o simplemente un sentimiento persistente de que algo va mal, por lo que la infelicidad puede tomar diferentes formas.
El portal añade que en algunas ocasiones, las personas en relaciones infelices tienden a permanecer juntas porque esperan que las cosas puedan volver a ser como eran al principio, o intentan cambiarse mutuamente a través de la crítica.
Terapify detalla que en este sentido, si piensas “no soy feliz con mi pareja pero no puedo dejarla”, tienes dos opciones: decidir dejar a tu pareja si es que esa decisión te abrirá las puertas a un ciclo de felicidad, o trabajar para construir una relación basada en la felicidad de ambos.
Psychology Today explica que por otro lado también puedas creer que mereces ser siempre feliz en tu relación, es posible que, sin darte cuenta, establezcas expectativas poco realistas para ti y tu pareja. Esto puede llevarte a la decepción, la presión e incluso al resentimiento cuando surjan las inevitables dificultades. Las relaciones se basan en aprender, hacer concesiones y sentirnos saludablemente satisfechos con el presente, sin importar las circunstancias. Por ello, te presentamos tres razones para evitar que te consuma el deseo de la felicidad en tu relación:
- La felicidad no es una garantía: la felicidad es pasajera, a menudo circunstancial, influenciada por factores externos como cómo te trata tu pareja ese día, si las cosas van bien en el trabajo o incluso el clima. Por el contrario, la satisfacción es una paz más profunda contigo y tu relación, sin importar las circunstancias
- Somos seres complejos: a veces, estas complejidades chocan con las de nuestra pareja. Esto no significa que la relación esté mal; significa que ambas personas están creciendo y evolucionando, y a veces ese proceso crea fricción. Es importante recordar que tu pareja no es responsable de tu felicidad. Así como tú tienes tus complejidades emocionales, también las tiene tu pareja, y también tendrá sus luchas que superar
- La felicidad es un subproducto, no un objetivo: en lugar de perseguir la felicidad, esfuérzate por lograr resiliencia, apoyo mutuo y comprensión. Si te concentras en estos aspectos, la felicidad surgirá de manera natural durante los momentos de conexión
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