En la reciente sesión de la Academia Nacional de Medicina un grupo de investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y de la Universidad Nacional Autónoma de México mostraron sus hallazgos experimentales por exposición a plásticos como son el bisfenol-A o los ftalatos.
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Lo primero que debe destacarse es que la exposición a plásticos se da de manera cotidiana y pueden ingresar al organismo al ingerirlos, al respirarlos, por vía cutánea, placentaria o por la leche materna. De hecho, se sabe que la producción mundial de plásticos ascienda nueve millones de toneladas métricas, y que se encuentran en alimentos, cosméticos, textiles, equipo deportivo, dispositivos médicos e incluso electrodomésticos.
Esto es, tenemos contacto continuo con ellos y dadas las características de estos químicos que asemejan a las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos, pueden alterar cómo operan estas en el organismo, por lo que se les ha denominado como disruptores endócrinos.
¿Cómo afectan los plásticos a la salud?
En la sesión se mostró, por ejemplo, cómo la administración en el agua de bebida durante el embarazo y la lactancia de bisfenol-A en ratas alteran el desarrollo del cerebro (neurodesarrollo) en sus crías, ya que estas retardan reflejos fundamentales para su sobrevida. Adicionalmente, a los animales expuestos a bisfenol-A en la edad adulta se les afecta la memoria, ya que no son incapaces de reconocer un objeto como novedoso, lo que limita sus capacidades de navegar en su entorno.
Adicionalmente, en experimentos en ratones a los cuales se les implantaron células de cáncer de mama se mostró que tienen mayor capacidad de generar metástasis, esto es de migrar a otros órganos. Los resultados de los experimentos también muestran que los mecanismos de defensa del organismo, esto es las células blancas de la sangre como son los linfocitos cambian tras la exposición al bisfenol-A o a los ftalatos y esa puede ser la base por lo que las células cancerosas sean más agresivas.
También se discutió acerca del posible efecto de los plásticos en las alteraciones metabólicas como es producir diabetes mellitus, o de grasas como son los triglicéridos o el colesterol; y su rol en el incremento del sobrepeso y la obesidad en la población general, y de manera preponderante en niños y jóvenes.
Es por esto, por lo que debemos evitar la exposición a estos químicos y algunas medidas son fáciles como es la de suplir las botellas de agua por aquellas que son de acero inoxidable o aluminio; sustituir los recipientes de comida por aquellos que son de vidrio, esto también aplica para biberones o vasos para las bebidas en bebés. Por último, nunca calentar en el horno de microondas alimentos en recipientes plásticos de cualquier índole.
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