DESABASTO

Garantizar el abasto al 100: informe del colectivo Cero Desabasto

El colectivo Cero Desabasto presentó el informe “Radiografía del desabasto de medicamentos en México 2023”, un documento que integra diversos indicadores relevantes sobre el surtimiento de recetas entre las instituciones de salud

El desabasto de medicamentos no solo afecta a los pacientes que no reciben sus tratamientos a tiempo.
El desabasto de medicamentos no solo afecta a los pacientes que no reciben sus tratamientos a tiempo. Créditos: Canva
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El pasado 20 de mayo, el colectivo Cero Desabasto presentó el informe “Radiografía del desabasto de medicamentos en México 2023”, el documento integra diversos indicadores relevantes sobre el surtimiento de recetas entre las instituciones de salud. Con ello, este colectivo demuestra que al cierre de 2023 un gran número de pacientes y sus familias no contaron con su tratamiento de manera oportuna.

En 2023, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una de las principales instituciones de salud pública en México, no surtió efectivamente 5.1 millones de recetas. Esta cifra, aunque representa una mejora en comparación con 2022, sigue siendo alarmante.

En 2021, el IMSS registró más de 22 millones de recetas no surtidas, lo que muestra una tendencia a la baja, pero aún lejos de los niveles de surtimiento previos a la pandemia de covid-19. Esta condición hace discutible el indicador del porcentaje de surtimiento mostrado en tabla1, pues si bien se muestra por arriba del 90%, es solo relativo a la notable baja disponibilidad de medicamentos que ha enfrentado, que llevó a un mayor gasto de bolsillo de sus derechohabientes ante lamentable condición.

Por su parte, Petróleos Mexicanos (Pemex), que cuenta con su propio sistema de salud, también enfrentó problemas significativos en el surtimiento de recetas. Durante 2023, la institución no surtió efectivamente 484,510 recetas. A pesar de que Pemex logró mejorar su porcentaje de surtimiento al 90%, comparado con el 74.4% en 2022, la cifra de recetas no surtidas sigue siendo considerable.

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El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) reportó 746,017 recetas no surtidas efectivamente en 2023. Aunque el ISSSTE alcanzó un porcentaje de surtimiento del 98.1%, el más alto registrado desde 2017, la cantidad de recetas no surtidas sigue siendo preocupante. Es importante señalar que el ISSSTE ha mostrado una tendencia de mejora en los últimos años, pero aún enfrenta desafíos significativos para garantizar el acceso a medicamentos a todos sus derechohabientes.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) también enfrentaron problemas de desabasto. En 2023, la Sedena no surtió efectivamente 931,364 recetas, alcanzando un porcentaje de cumplimiento del 73.9%. Por su parte, la Semar dejó sin surtir 156,050, con un porcentaje de surtimiento de 84.3%. Estas cifras reflejan una mejora en comparación con años anteriores, pero aún muestran la necesidad de fortalecer los sistemas de distribución y abastecimiento de medicamentos en estas instituciones.

¿Cuáles son las consecuencias del desabasto de medicamentos

El desabasto de medicamentos no solo afecta a los pacientes que no reciben sus tratamientos a tiempo, sino que también tiene consecuencias indirectas. Entre ellas se encuentran el aumento en el gasto de bolsillo de las familias, también la falsificación y  robo de medicamentos, y sin duda, el incremento del gasto catastrófico en salud que deben enfrentar los hogares. Estas situaciones agravan aún más la crisis de desabasto y ponen en riesgo la salud de millones de mexicanos.

En respuesta a esta problemática provocada por su mala gestión de modelos de compra fallidos, el gobierno federal ha implementado diversas estrategias en meses recientes, como la creación de la “Megafarmacia”, que según el reporte del colectivo la efectividad para surtir medicamentos no disponibles entre las instituciones ha sido cuestionada: entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, solo el 61% de las peticiones de medicamentos a través de la Megafarmacia fueron finalizadas, y los tiempos de entrega promedio oscilaron entre 18 y 26 días, muy lejos de las 48 horas prometidas. Hay casos extremos que han llevado a 65 días para surtir alguna receta.

Cuartoscuro

El reporte aquí comentado contó con la participación de Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), reconocido por su profundos análisis sobre la realidad de las finanzas públicas en nuestro país. En el apartado correspondiente, CIEP hace uso de cifras que arrojan los siguientes hallazgos:

  • 1. Brecha Presupuestaria en Salud: del orden de tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB), que se ha mantenido durante dos décadas y que por supuesto, deja sumamente limitado a este sector cuando debe contar con un presupuesto al menos del doble.
  • 2. Inversión en Salud: es la mitad del mínimo sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de una distribución desigual del presupuesto entre los subsistemas de salud.
  • 3. Gasto per Cápita: este es menor en comparación con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),  pues en nuestro país es de 10,000 pesos anuales, mientras que la media entre los países de la OCDE es de 67,000 pesos. Las diferencias en el gasto per cápita entre los diferentes subsistemas de salud en México muestran que en Pemex es 32,000 por cada uno de sus derechohabientes, en el ISSSTE es de 11,000, en IMSS solo de  9,200 pesos en tanto que con el OPD  IMSS Bienestar  muestra el gasto más bajo con solo 4,100 pesos por afiliado.
  • 4. Recortes en Medicamentos ha disminuido entre las principales instituciones: tal es el caso del IMSS: de 74.0 mil  millones de pesos (mmdp) en 2022 a 71.8 mmdp en 2023, en tanto que el ISSSTE de 16.93 mmdp en 2022 a 15.46 mmdp en 2023.
  • 5. Desigualdad en el acceso a servicios de salud:  Una persona derechohabiente del IMSS cuenta con el doble de recursos que una persona con acceso al OPD IMSS-Bienestar, como en el caso de los derechohabiente de Pemex tiene un gasto per cápita 7.8 veces mayor que los la población con acceso al OPD IMSS-Bienestar.
  • 6. Compromiso del Gobierno: era elevar la inversión en salud en el equivalente a un punto porcentual del PIB entre 2018 y 2023, pero solo se logró un aumento de 0.4 puntos porcentuales. En conclusión, aunque se han registrado mejoras en el surtimiento de recetas en comparación con años anteriores, el desabasto de medicamentos sigue siendo un problema grave en México. Las instituciones de salud pública deben continuar trabajando para garantizar el acceso equitativo y oportuno a los medicamentos, y el gobierno debe implementar políticas más efectivas para resolver esta crisis de manera definitiva.

Otra participación de sumo interés fue de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), cuyo principales hallazgos fueron:

  • 1. Incremento en la Puntuación Negativa del Índice de Riesgo de Corrupción (IRC):  El 71% de las instituciones federales aumentaron su puntuación negativa en el IRC.
  • 2. Proporción de Adjudicaciones Directas: se ha mantenido una alta proporción de adjudicaciones directas de contratos, similar a la gestión anterior, con un 74% de las contrataciones sin competencia.
  • 3. Transparencia y Rendición de Cuentas: las dependencias públicas no han cumplido adecuadamente con la transparencia y la rendición de cuentas en el manejo del gasto, especialmente en el portal de COMPRANET.
  • 4. Desviación de Recursos Públicos: se han identificado prácticas de desvío de recursos públicos a través de empresas fantasma y redes de funcionarios corruptos, como en el caso de la investigación "El Clan Biomédica".
  • 5. Falta de Publicación de Información en Compranet: instituciones como el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) no han publicado información sobre sus adquisiciones en Compranet, lo que aumenta la falta de transparencia.
  • 6. Impacto en el Sector Salud: la corrupción y la falta de transparencia han afectado la disponibilidad y calidad de los servicios de salud, con ejemplos de compras a sobreprecio y contratos directos durante la emergencia sanitaria por COVID-19.

Estos hallazgos destacan la necesidad urgente de mejorar la transparencia, la rendición de cuentas y la competencia en las adquisiciones públicas para combatir la corrupción en México.

En cuanto a nuestra  participación como Instituto Farmacéutico (INEFAM), en el capítulo titulado “Evolución de la compra pública de medicamentos entre 2017-2023” hacemos un comparativo puntual del número de eventos de compra, piezas e importes de medicamentos adquiridos que denotan la gravedad del desabasto ante la implementación de modelos fallidos que han dado lugar al fenómeno de desabasto más grave en las últimas dos décadas.

El mayor número de eventos ocurrió en 2021 con casi 10 mil procedimientos, para posteriormente reducirse y cerrar en 2023 con poco más de 4,800 eventos, con una clara predominancia de las adjudicaciones directas, según muestra el esquema 1. Estas últimas adquirieron mayor participación en su número de piezas en la medida que el sector adquiría cada vez menos volumen a partir de 2020, con participaciones máximas superiores al 50% del volumen total en los años 2021 y 2022.

En total contraste, se denota un crecimiento acelerado en los importes ante la marcada presencia de las adjudicaciones directas, que se convirtieron en la principal vía de pago. La opacidad se hizo presente en 2022 y 2023, al dificultar la distinción entre los tipos de compras, así como las piezas y los valores correspondientes, condición que se observa en la creciente participación del rubro identificado como “otros” y en las gráficas corresponde a la franja negra en los años indicados.

En resumen, ocurrió un menor número de piezas adquiridas con crecientes importes debido no solo al acelerado crecimiento en el número de adjudicaciones directas, sino también al creciente número de piezas por este tipo de procedimiento en cada año y a mayores precios.

¿A qué se deben estos resultados? 

El fenómeno arriba descrito se relaciona directamente por la presencia cada vez menor de los procedimientos por compras consolidadas, que se caracterizaban por integrar  un número importante de instituciones que integraban medicamentos  de consumo común y de alto volumen, a precios bajos (aunque también participan medicamentos de patente). Los años entre 2020 y 2022 se registran como aquellos donde las compras no consolidadas o “individuales” fueron más importantes  y a precios más altos debido a los múltiples errores observados en cada modelo de compra realizado por el gobierno federal. El esquema 2 da cuenta de ello.

Es sumamente delicado el problema de abasto en nuestro territorio y hace imperante contar con estrategias de colaboración público-privada, que mantenga un dialogo abierto y permanente para buscar soluciones de manera conjunta y equilibrada, donde abunde el uso de las tecnologías en la cadena de  suministro y con registro en plataformas digitales que faciliten la integración de bases de datos para su análisis y trabajo de inteligencia con indicadores de desempeño y de resultados efectivos, desde la compra del medicamento hasta su dispensación en beneficio del paciente.

Todo esto depende de las voluntades de los tomadores de decisión y su capacidad de mantener es esfuerzo conjunto para el mediano y largo plazo, bajo el entendido que el sistema de compras públicas de medicamento ha tocado piso y no hay lugar para más errores, es por ello preocupante el futuro papel de BIRMEX  que podría representar otro fracaso y que sería muy lamentable como país. Es un imponderable garantizar el abasto al 100 (#AbastoAl100).