El 2024, significa un reto importante para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para garantizar un sistema de salud funcional y eficiente, así como el abasto de medicamentos resuelto, que sería su bandera política para el cierre de su sexenio tras varios tropiezos que han caracterizado su administración que han dado lugar a una crisis en el abasto como nunca registrado.
En este último intento de su gobierno, ha impulsado la federalización de las entidades federativas que atiende a la población abierta (aquella sin derechohabiencia alguna) a través de los servicios estatales de salud (SESA) y que tuvo un intento previo fallido a través del extinto Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). Dicha federalización queda ahora en manos del Organismo Público Descentralizado de los Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (OPD IMSS-Bienestar), creado en septiembre de 2022 y que en meses previos entró como “prueba piloto” en Nayarit, Tlaxcala y Colima a través de un acuerdo donde el gobierno estatal transfiere al OPD las instalaciones de salud y equipamiento respectivo.
Te podría interesar
Durante 2023, se contabilizan 23 estados firmantes, que además de ceder su infraestructura por 30 años, también dejan a disposición del OPD aquellos recursos federales provenientes del ramo presupuestal 33, relativo al Fondo de Aportaciones para Servicios de Salud (FASSA), que suma poco más de 100 mil millones de pesos (mmdp). De igual manera, según los anexos firmados, deberán anticipar recursos para el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), orientado a cubrir padecimientos de alto costo. La gestión estatal estará en manos de los coordinadores que designe dicho organismo federal, limitando a los secretarios de Salud solo para “rectoría” de dicho rubro, sin tomar decisiones respecto al desarrollo de infraestructura y compras públicas de medicamentos y dispositivos médicos.
Se trata de una centralización que no implica, hasta el momento, universalización del sistema de salud, de manera que se garantice el acceso a lo servicios en igualdad de condiciones, con estándares de atención y con la posibilidad de atender padecimientos con prescripciones que no se basen en “existencias” de medicamento e insumos, sino lo que realmente requiere el paciente. La evolución del la OPD puede consultarse en la infografía preparada por el equipo de INEFAM contenida en la siguiente liga: https://inefam.com/evolucion-imss-bienestar/
Este OPD también ha adquirido el papel de consolidar medicamentos y todo indica que lo hará de manera conjunta con la empresa paraestatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos (Birmex) a la que insistentemente el presidente López Obrador ha señalado como el encargado de la logística y distribución de los diversos bienes terapéuticos desde 2019-2020, cuando expresamente descartó la participación de distribuidores sin demostrar corrupción ni responsabilidad de los altos costos de medicamentos. El resultado le ha sido adverso, ya que en realidad redujo a una sexta parte la capacidad distribución mensual y ello ha tenido marcadas repercusiones al presionar a las instituciones de salud para comprar por propia cuenta los insumos requeridos a mayores precios y, por supuesto, en pequeñas cantidades para resolver en lo inmediato las necesidades de los pacientes.
La siguiente gráfica hace evidente el grave problema del abasto, que muestra la evolución mensual desde 2016 a noviembre de 2023 de los índices de piezas y valores de la compra pública de medicamentos: las piezas se reducen en los últimos años de manera sustancial, en tanto que el gasto crece de manera muy acelerada. La gráfica es acompañada por los principales hitos que marcan cambios en el sistema de salud y en la compra pública, incluyendo las más recientes entre diciembre de 2023 y enero de 2024, que dan testimonio de las erráticas decisiones. Esta gráfica puede apreciarse de manera dinámica junto con algunas otras (por entidad federativa, por grupo terapéutico y por las principales instituciones de salud) en https://inefam.com/mapa-del-desabasto/.
Elaboración propia con información de las auditorías INEFAM©
Birmex será el único operador logístico para las principales instituciones de salud, según los cambios normativos recientes; también podrá realizar compras consolidadas con el IMSS, el ISSSTE y el OPD IMSS-Bienestar, con la posibilidad de atender aproximadamente 90% de las piezas requeridas en el sistema. Esto resulta totalmente paradójico ante sus pobres resultados en años pasados y se observe de manera forzada que continúe. El origen de Birmex es sustancialmente distinto respecto a la labor que ahora se le otorga y que adicionalmente se le hace responsable de la “Megafarmacia del Bienestar” (véase línea de tiempo de Birmex en la infografía disponible en https://inefam.com/evolucion-birmex/), donde deberá atender el resguardo de medicinas con una capacidad estimada superior a los 250 millones de piezas (en duda que tenga esta capacidad), y ahí se concentrarán las compras consolidadas de las entidades federativas firmantes con el mencionado OPD y ciertamente de las dos principales instituciones, IMSS e ISSSTE.
Deberá resolver faltantes de medicamentos entre las instituciones y garantizar, en su caso permutas en medicamentos. El reto es enorme y en esa medida la preocupación por resolver el problema de abasto en el que su propia gestión ha sometido al sistema público de salud.
El pasado 26 de enero, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) los lineamientos que habilitan a Birmex para realizar compras consolidadas en coordinación con las tres instituciones arriba señaladas (véase infografía de los lineamientos de Birmex en https://inefam.com/lineamientos-birmex/)
Precisamente, el 2 de febrero pasado, Birmex ha emitido su primera investigación de mercado (IM) para dichas instituciones (https://birmex.gob.mx/consolidada-2024/). La vigencia de la IM termina el 19 de febrero. Son 2,397 claves que suman poco más de 551 millones de piezas (mdpz). En el caso de medicamentos, se trata de 1,180 claves que superan los 323.47 mdpz. El resto de las claves corresponden a dispositivos médicos con 227.74 mdpz. El IMSS, como es de esperar, podrá adquirir hasta 279.6 mdpz, seguido, muy de cerca, por el OPD que seguramente hará compras solo para los 23 estados firmantes, con 258.2 mdpz. El ISSSTE lo hará con 13.37 mdpz.
Elaboración propia con información de la IM de Birmex 2024.
El importe estimado para medicamentos, sujeto a los descuentos de que oferten una vez que se emita la convocatoria, es de 32.3 mil millones de pesos (mmdp). Para dispositivos médicos de al menos 10.6 mmdp. Esto arroja un gran total cercano a los 43 mmdp. Se trata entonces de un proceso importante y que condiciona la compra a los proveedores interesados a comprarles al menos 40% de las piezas señaladas. El mayor importe es para el IMSS, con casi 25.6 mmdp y el OPD IMSS-Bienestar con 14.75 mmdp. El ISSSTE se observa lejano a los primeros dos con 2.57 mmdp.
Elaboración propia con información de la IM de Birmex 2024 y de las bases INEFAM©
En el caso particular de medicamentos, además del grupo 10, incluyen también nutricionales (grupo 30 en tabla 3) y medicamentos controlados (grupo 40). El precio promedio para los tres grupos es de $99.86 dado que incluye en esta investigación medicamentos genéricos (961 claves) y medicamentos de patente o fuente única (219), véase tabla 4.
Elaboración propia con información de la IM de Birmex 2024 y de las bases INEFAM©
Elaboración propia con información de la IM de Birmex 2024 y de las bases INEFAM©
En función de la investigación de mercado, se deberá definir la forma de adquisición y con apego al orden de prelación que señala la ley de adquisiciones. Esto es, que se emita primeramente una licitación de carácter nacional y quede en última instancia alguna licitación abierta internacional como excepción y no como “regla” que la actual administración promovido, sin respeto a dicha ley. Es ahí donde se debe observar el respeto a las leyes y con apego a la Bases, Políticas y Lineamientos de Birmex. Veremos.
En el caso de patentes, se espera la emisión de una serie de adjudicaciones directas como debe corresponder para este tipo de bienes terapéuticos.
Las 1,180 claves de medicamentos tienen como referencia diversos procesos previos. Debe recordarse que para el abasto 2023 y 2024, se cuenta con contratos vigentes que en su momento emitió el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), ahora en manos del citado OPD. De este proceso, se identifican 394 claves que seguramente sus contratos se han agotado por el número de piezas requeridas y que seguramente han consumido las proyectadas para 2024 y ahora requieren de esta compra complementaria. También se incluyen 355 claves de un proceso convocado en el último trimestre de 2023 para el abasto del presente año.
A reserva de la asignación de contratos de algunas de estas claves en dicho proceso, el caso de considerarse en la actual IM sugiere que faltan más piezas (pues se pueden quedar “cortos” ante las necesidades reales de las instituciones) o que algunos contratos no se formalicen en ese proceso de fin del año pasado. Así mismo, se identificaron 124 claves “desiertas” (es decir, claves de medicamentos que no fueron adjudicadas por falta de ofertantes o por sujetarse a la evaluación técnica-económica que en su momento realizó Insabi) y, a reserva de ser adquiridas por propia cuenta con procesos distintos a la compra bienal, amerita destacar que nuevamente pretenden ser adquiridas en siguientes semanas en la compra consolidada que Birmex emita antes de que concluya el primer trimestre del año en curso. Por último, hay 306 claves de medicamentos que no tienen antecedente inmediato de haber participado en procesos de compra consolidadas y que ciertamente derivan de las necesidades que ha detectado el OPD IMSS-Bienestar.
Elaboración propia con información de la IM de Birmex 2024 y de las bases INEFAM©
El reto es mayúsculo para Birmex, dado que debe garantizar la compra y firma de contratos según los propios lineamientos que recientemente le fueron autorizados ante un enorme volumen de piezas. La logística y distribución en sus manos preocupa a aquellos que damos seguimiento a la compra pública, y la preocupación no es menor, dado que todas las entregas se harán precisamente en la Megafarmacia, ubicada en Huehuetoca, Estado de México. Aspiramos a buenos resultados y no más fraudes a los pacientes.