MUJERES

3 problemas de salud de las mujeres que debe atender el dermatólogo

Aunque los ginecólogos-obstetras diagnostiquen y traten adecuadamente los asuntos propios de su especialidad, existen síntomas que corresponden al dermatólogo y necesitan manejo específico

No todos los padecimientos femeninos debe atenderlos el ginecólogo como se cree.
No todos los padecimientos femeninos debe atenderlos el ginecólogo como se cree. Créditos: Canva
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Cada año se conmemora el Día Internacional de la Mujer con la lucha por conseguir derechos iguales para las mujeres, tanto en la vida civil como en la laboral y de la misma forma, se requiere igualdad en la atención de la salud de las mujeres; sin embargo, con frecuencia la atención de la salud toma el último lugar en la vida cotidiana de una mujer, sin importar su estado civil, preferencia religiosa, condición social u orientación sexual.

Y es que mantener la salud requiere equilibrio, aunque a veces parezca un acto circense, pero se trata de construir el balance entre el cuerpo, la mente, las emociones y nuestro propio contexto. ¡En efecto, es una tarea acrobática!

La especialidad médica que se ocupa de las enfermedades del aparato reproductor femenino y de la salud de las glándulas mamarias es la ginecología y obstetricia. Para algunas mujeres, la consulta con su ginecólogo(a) es la única oportunidad de hablar sobre su salud, incluso cuando se trata de problemas distintos a los reproductivos.

Aunque los ginecólogos-obstetras diagnostiquen y traten adecuadamente los asuntos propios de su especialidad, existen síntomas que no necesariamente corresponden a esta especialidad, sino al dermatólogo, que necesitan manejo específico.

¿Qué problemas de salud de las mujeres debe atender el dermatólogo

En esta ocasión trataremos sobre estos síntomas y padecimientos que requieren atención por el especialista en dermatología.

  • Dermatitis del pezón

La piel del pezón y la areola tiene características particulares: desde  la infancia, es más delgada y susceptible de irritarse con diferentes sustancias; durante la adolescencia, se pigmenta por los cambios hormonales; en el embarazo y la lactancia, se pigmenta aún más y aumenta de tamaño; y en la menopausia, puede perder la humectación al disminuir la influencia hormonal.

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La dermatitis del pezón es muy común, forma parte de la dermatitis atópica, que afecta a cerca del 10% de las personas en cualquier edad. Al inicio, la piel de esta área está seca, pero rápidamente puede fisurarse y tener secreción amarillenta. Estos datos hacen pensar que hay una infección, o peor aún, que se trata de los primeros signos de cáncer de mama, que es el cáncer más común en las mujeres.

Afortunadamente, la dermatitis del pezón, que es mucho más frecuente que el cáncer, no tiene relación con tumores, sin embargo, la mera mención de que algo no funciona en la mama, puede alarmar innecesariamente a quien presenta estos signos. Lo más conveniente cuando se presenta un problema en la piel, incluso en la piel de la mama, es acudir al especialista en dermatología, para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuados, así como la referencia a otros médicos cuando se requiera.

  • Prurito vulvar, es decir: comezón en los genitales externos.

La vulva es el nombre anatómico de los genitales femeninos en las mujeres, incluye los labios mayores y menores, el clítoris, la uretra y la entrada de la vagina. En esta área se unen la piel y la mucosa. La piel tiene vello y la mucosa es más delgada que la piel, y no tiene pelo.

Por su cercanía con el ano, la vulva puede tener infecciones causadas por gérmenes intestinales, en cualquier momento de la vida. A partir del inicio de la vida sexual, también pueden adquirirse enfermedades transmitidas por la propia actividad sexual, como sífilis, herpes, piojos en el pubis, gonorrea, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, y otras.

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Pero no todo lo que le ocurre a la vulva es infeccioso. De la misma manera que el pezón tiene una piel más delgada, la vulva tiene características especiales. Hay glándulas que producen olor corporal, otras que producen secreciones humectantes y gérmenes propios de la vagina que fabrican sustancias antibacterianas y que tienen un olor propio.

El uso excesivo de jabones, detergentes o toallitas húmedas deteriora el equilibrio entre los gérmenes, las sustancias antibacterianas y las secreciones humectantes. Por lo tanto, se produce dermatitis por contacto alérgica o por irritantes, que puede ocasionar muchísima comezón.

Como parte de la higiene corporal, hay que asear la vulva con dermolimpiadores ácidos, que tengan un pH entre 4.5 y 5.75, que no estén dirigidos a “eliminar 99% de las bacterias”, sino a respetar el delicado equilibrio que debe haber entre los gérmenes del microbioma sano y nuestras propias células. No es necesario utilizar perfumes, ni otros agentes en los genitales externos.

Ante los síntomas: ardor, comezón, intolerancia a los productos de cuidado corporal, se debe acudir al especialista en dermatología. Cuando se trate de secreciones anormales, o sospecha de infecciones de transmisión sexual, se puede acudir al dermatólogo o al ginecólogo. Las infecciones pueden diagnosticarse tempranamente mediante el examen de las lesiones de la vulva, la región perianal, e incluso el resto de la piel y las mucosas.

  • Tumores en la mama y los genitales

Aun cuando el cáncer de mama sea el más frecuente en las mujeres, hay muchos otros tumores, tanto benignos como malignos que pueden presentarse en la mama y en la vulva. Como parte de la prevención en salud, las mujeres debemos revisarnos las mamas, las axilas y la vulva de manera mensual desde la adolescencia. Para reconocer una anormalidad en cada uno de estos órganos es necesario saber cómo son en condiciones normales. 

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La revisión de la vulva requiere colocarse en una posición cómoda: sentada, con las rodillas flexionadas y separadas, las plantas de los pies en contacto una con otra y cercanas a las nalgas. Se necesita un espejo de mano para observar cada pliegue y la unión de la piel con la mucosa. Puede haber marcas de nacimiento, tumores benignos que aparecen con el tiempo y que puede requerir tratamiento o no, y también tumores malignos que deben recibir atención cuanto antes. Los especialistas en el tratamiento de estas lesiones son: el dermatólogo y el ginecólogo.

Recuerda programar la autoexploración de la vulva y las mamas de manera mensual, y la exploración por el dermatólogo, una vez al año. Cuando encuentres alguna lesión nueva, o cambios en alguna preexistente, acude a una revisión adicional para recibir el mejor diagnóstico y tratamiento por los especialistas certificados de tu confianza.

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