MENOPAUSIA

Climaterio, menopausia, y la consulta ginecológica

Para cada mujer esta etapa puede ser vivida de forma muy distinta, existen ciertos aspectos que ella puede identificar para saber si ya ha llegado al climaterio

Con el climaterio se cierra una etapa, no olvidemos que también se abre una nueva.
Con el climaterio se cierra una etapa, no olvidemos que también se abre una nueva. Créditos: Canva
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Primeramente, hay que tener claro a qué nos referimos cuando hablamos de climaterio y cuando hablamos de menopausia, ya que incluso de manera frecuente son términos que suelen confundirse.

La menopausia es un suceso natural en la vida de la mujer y hace referencia a la fecha de su última menstruación. El climaterio por su parte es una etapa que se caracteriza por la pérdida de la capacidad reproductiva, al ser una etapa, en el ciclo vital de la mujer, es como si se tratase de un sendero que cada una lo recorrerá y vivirá de manera distinta, a nivel fisiológico, psicológico y social.

La última menstruación se trata de un momento especifico, que puede presentarse por lo regular entre los 40 y los 55 años, pero la manera en que lo viva cada mujer, con todos los cambios, paulatinos o repentinos, que se presenten antes, durante y posteriormente será tema de lo que respecta al climaterio, por lo cual este podrá experimentarse muy diferente de una mujer y a otra.

Síntomas que pueden aparecer en el climaterio 

Si bien es cierto que para cada mujer esta etapa puede ser vivida de forma muy distinta, existen ciertos aspectos que ella puede identificar para saber si ya ha llegado al climaterio; ya que recordemos que la menopausia, no es el climaterio, sino solo es una parte de éste; por lo que su aparición, es decir la última menstruación, no marcará el inicio o término del climaterio.

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Algunos síntomas que pueden aparecer en el climaterio son:

  • Irregularidades en el ciclo menstrual
  • Disminución en el deseo sexual
  • Sequedad en piel y área genital
  • Dolor al tener relaciones sexuales
  • Taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca)
  • Palpitaciones (sensación aumentada de las contracciones del corazón)
  • Bochornos
  • Sudoración
  • Dolor de cabeza
  • Ansiedad
  • Labilidad emocional (cambios en el estado de ánimo de manera exagerada o fuera de lugar)

Como ya lo mencionábamos, el dejar de menstruar no abre la puerta a los síntomas referidos; al contrario, algunos o todos estos síntomas pueden ir apareciendo poco a poco o todos juntos, incluso 5 años o más, antes de la menopausia y permanecer 5 o 10 años después de ésta.

De hecho, como parámetro general, un 25% de las mujeres no tengan síntomas previos a la menopausia o posterior a esta, un 50% pueden tener síntomas que puedan durar algún tiempo, años incluso y desaparecer posteriormente, y un 25% que pueden llegar a tener síntomas toda su vida.

¿Y qué causa que todo esto ocurra? Bueno, más que encontrar un responsable, se trata de entender que la vida está llena de etapas, ciclos que se abren y se cierran y la fisiología no sería la excepción, por lo que tiene que preparar al cuerpo para cerrar su etapa reproductiva, para lo cual los ovarios van disminuyendo la producción de ciertas hormonas principalmente los estrógenos, y como segunda hormona de importancia la progesterona. 

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Es indispensable comprender que los estrógenos no solo son importantes para la ovulación y la fecundación, también tienen un papel relevante en la vida de la mujer en general, por ejemplo, protegen a los huesos de que pierdan calcio, y así evitar la osteoporosis (enfermedad asintomática que puede provocar fracturar a largo plazo); influyen también en la regulación del colesterol, estimulación del deseo sexual, formación de colágeno, mantienen una piel tersa, cabello sedoso, mantiene la piel y le región genital hidratada, influyen en el centro termorregulador (calor-frio), etc. En cuanto a la progesterona no solo sirve para preparar al útero para la gestación, también relaja los músculos y está presente en la reducción de espasmos.

¿Qué hacer ante los síntomas del climaterio? 

Después de ver la importancia de las hormonas mencionadas y saber que en esta etapa irán disminuyendo; ahora sí, me atrevería a pensar que cualquiera de los lectores podría decir que es importante siempre acudir a la consulta ginecológica para manejo del climaterio, etapa que se considera inicia a partir de los 40 años de edad.

El especialista en ginecología valorará los síntomas que puedan estar presentes, y si alguno o todos están causando problemas significativos, aunado a verificar que tales síntomas efectivamente sean producto del climaterio y no tengan alguna otra causa.

En ocasiones, se tiene la idea errónea que al acudir con el especialista, éste le dará un tratamiento para los diversos síntomas del climaterio, el cual da a todas sus pacientes por igual; sin embargo, no es así, ya que no hay un tratamiento específico y que aplique sin excepción para todas las mujeres; como ya lo mencionamos, cada mujer es distinta, y aunque pueda presentar algunos síntomas iguales o parecidos, la manera en que los experimente será muy diferente, aunado a que cada mujer contara con un  historial médico distinto, por lo que el tratamiento deberá estar en función de valorar cada aspecto que la conforma,  edad, hábitos, genética, síntomas, enfermedades preexistentes, etc.

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También hay  personas que creen que por más valoraciones que el especialista le realice todo se reducirá a un tratamiento que incluya hormonas, lo cual es muy lejano de la realidad, ya que no es tan simple; nuevamente, dependiendo de la situación se optará por un remplazo hormonal o no; ya que para algunas mujeres y en algunos casos eso resultará una maravilla y la solución a todos sus problemas, mientras que para otros casos, aunque eso se quisiera llevara a cabo, la paciente puede no ser candidata a dicho tratamiento y aun así no todo está perdido, ya que hoy día existen nuevas alternativas.

Si bien con el climaterio se cierra una etapa, no olvidemos que también se abre una nueva; si analizamos por qué solemos temer a los cambios, caeremos a la cuenta que no es el cambio lo que nos causa temor, sino el desconocimiento de lo que vendrá; entonces no más temor y sí más información que nos prepare para afrontar los cambios que se presenten y vivir una vida plena.