Lavar la lechuga solo con agua no basta para eliminar bacterias o pesticidas, sustancias propias del proceso de cultivo.
Esta verduras es de las más consumidas en México y el mundo, pero también una de las más propensas a la contaminación por bacterias como E. coli, Salmonella o Listeria, estos microorganismos pueden causar infecciones gastrointestinales graves, especialmente en niños, adultos mayores o personas con defensas bajas.
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Lavar únicamente con agua no es suficiente para eliminar patógenos ni residuos de pesticidas. Por eso, es esencial aplicar un método de desinfección adecuado antes de consumirla cruda.
Aquí en Sumédico te explicamos algunas formas correctas para realizar la desinfección.
El proceso correcto de desinfección para la lechuga
1. Lava las hojas con agua corriente y limpia
Antes de aplicar cualquier desinfectante, es fundamental enjuagar la lechuga bajo el chorro de agua potable para retirar tierra, insectos o suciedad visible. Frota suavemente cada hoja y descarta las partes marchitas.
El lavado mecánico (solo con agua) puede eliminar hasta el 90% de los residuos superficiales, aunque no garantiza la eliminación completa de microorganismos o bacterias dañinas para el organismo.
2. Usa soluciones desinfectantes seguras
Existen distintos productos para desinfectar verduras, pero no todos son igual de efectivos o saludables. Las autoridades sanitarias recomiendan los siguientes:
- Cloro: agrega de 5 a 10 gotas de cloro por litro de agua. Sumerge las hojas de lechuga durante 5 minutos y enjuaga con agua potable.
- Yodo desinfectante: algunos productos comerciales usan yodo diluido, efectivo contra bacterias y virus. Sigue las indicaciones del envase.
- Plata coloidal: Lava las frutas o verduras con agua y jabón, enjuágalas y sumérgelas en agua con cinco gotas de plata coloidal por cada litro.
Estos productos suelen tener fórmulas seguras aprobadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Recuerda que no debes mezclar desinfectantes.
De acuerdo con el Instituto de Salud para el Bienestar de México, "Una de las sustancias que más daño provocan al mezclarse con otras es el cloro. Este producto es usado de manera frecuente en la limpieza del hogar y si se llega a combinar con agua oxigenada, limpiadores multiusos, desengrasantes, limpiadores de vidrio, jugo de limón, alcohol, bicarbonato, vinagre o ácido, generan componentes como gas de cloro, cloroformo y sustancias altamente explosivas, además de complicaciones en la salud como paros cardio-respiratorios, problemas pulmonares y de hígado, rinitis, irritación faríngea, tos, disnea o irritación en la piel".
Además, debes evitar el uso de vinagre o jugo de limón como único desinfectante. Aunque ayudan a eliminar residuos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que no destruyen microorganismos peligrosos de manera eficaz.
Alternativas naturales
Si prefieres opciones naturales, puedes usar una mezcla casera con efecto complementario:
- Mezcla una parte de vinagre blanco con tres partes de agua y deja las hojas en remojo durante 10 minutos.
- Enjuaga bien con agua potable antes de consumir.
El vinagre puede reducir la carga bacteriana superficial, pero no sustituye los desinfectantes aprobados.
Después del lavado y desinfección, seca las hojas con papel absorbente. Esto es porque la humedad excesiva puede favorecer el crecimiento de bacterias si se almacena en refrigeración.
Guarda la lechuga en un recipiente limpio, hermético y en la parte baja del refrigerador.
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