Los alimentos ultraprocesados forman parte de la dieta diaria, pero su consumo frecuente está relacionado con obesidad, enfermedades cardíacas y trastornos metabólicos. Esta clase de comidas se han vuelto parte habitual de la alimentación moderna: snacks, embutidos, cereales endulzados, bebidas azucaradas y comida lista para calentar son solo algunos ejemplos.
Inclusive, múltiples estudios han demostrado que la ingesta frecuente de estos productos puede afectar gravemente la salud. El patrón dietético ultraprocesado está desplazando drásticamente las dietas tradicionales basadas en los grupos de alimentos en escala de 1 a 3, según la serie sobre alimentos ultraprocesados y salud humana, publicada por The Lancet el 18 de noviembre de 2025.
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Los alimentos altamente procesados suelen contener altos niveles de sodio, azúcares añadidos y grasas poco saludables, elementos que, consumidos en exceso, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas. Este tipo de preparación industrial altera la composición original de los alimentos y agrega ingredientes que poco tienen que ver con la nutrición.
Por ello, en Sumédico te contamos todos los efectos negativos del consumo excesivo de este tipo de alimentos.
¿Qué son los alimentos procesados?
Un alimento ultraprocesado es aquel que ha sido modificado respecto a su forma natural, ya sea para extender su vida útil, mejorar su sabor o facilitar su consumo. Sin embargo, existe una diferencia clara entre procesado y ultraprocesado: estos últimos suelen ser formulaciones industriales sin ingredientes frescos, con aditivos, colorantes y conservadores creados en laboratorio.
De acuerdo con Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), "Los procesos e ingredientes utilizados durante su elaboración tienen como objetivo ofrecer precios bajos para el consumidor por su bajo costo en la producción, mejorar su palatabilidad confiriendo propiedades sensoriales atractivas sobre el alimento original, crear productos accesibles para su consumo e innovar con diferentes opciones en el mercado".
Por ejemplo, en esta clase de alimentos entran:
- Papas fritas
- Cacahuates
- Palomitas
- Refrescos
- Yogurt de frutas
- Bebidas energéticas
- Sobres para preparar bebidas
- Galletas
- Pan dulce
- Barras de cereal
- Dulces
- Chocolates
- Aderezos para ensaladas
- Salsas instantáneas
- Cereales de caja
El riesgo de los alimentos ultraprocesados, según The Lancet
Este desplazamiento en las dietas tradicionales representa una amenaza existencial para la salud pública mundial, puesto que esta clase de alimentos no garantizan una nutrición adecuada. Además, son productos de marca fabricados a partir de sustancias de bajo costo y aditivos, diseñados para ser atractivos y comercializados para desplazar la comida real, maximizando así la rentabilidad de la industria.
"El deterioro de la alimentación constituye una urgente amenaza para la salud pública que exige políticas coordinadas y la promoción de la salud pública para regular y reducir el consumo de alimentos ultraprocesados ??y mejorar el acceso a alimentos frescos y mínimamente procesados", señala la publicación estadounidense.
Según los datos de The Lancet, países de altos ingresos como Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá muestran niveles extremadamente altos de consumo (en algunos casos, superando el 50% de la energía total), pero el patrón se ha extendido. países de ingresos medianos como México, Brasil, China y Corea del Sur también han visto un aumento significativo en las dietas calóricas.
Si bien los países de altos ingresos mantienen su liderazgo en el consumo per cápita de alimentos ultraprocesados, lo que subraya The Lancet es la persistencia del problema, lo que indica una rápida globalización de este patrón dietético.
Los hallazgos confirman una asociación estadísticamente significativa entre el patrón dietético ultraprocesado y un mayor riesgo de múltiples enfermedades crónicas y mortalidad:
- Diabetes tipo 2: riesgo del 25% con el consumo de ultraprocesados.
- Depresión: riesgo incrementado del 23%.
- Sobrepeso u obesidad: un riesgo incrementado del 21%.
- Enfermedad cardiovascular o mortalidad: un riesgo incrementado del 18%.
Ante este panorama mundial, los expertos de salud recomiendan:
- Elegir alimentos frescos siempre que sea posible.
- Incentivar el consumo de alimentos mínimamente procesados: frutas, verduras, legumbres, etc.
- Preparar comidas caseras en lugar de opciones listas para calentar.
- Revisar etiquetas para evitar productos con exceso de sodio, azúcar o grasas trans.
- Preferir cereales integrales y frutas enteras sobre snacks industrializados.
- Mantenerse hidratado con agua en lugar de bebidas procesadas.
Reducir los alimentos procesados no implica eliminar todo lo que viene en un empaque, sino priorizar productos con ingredientes reconocibles y limitar aquellos con largas listas de aditivos.
¿Consumes muchos alimentos ultraprocesados?
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