El ayuno intermitente se ha popularizado como una estrategia nutricional, pero su aplicación debe ser cuidadosamente evaluada. Según la nutrióloga Nycole Ocanto Stone, este método no es una solución mágica y debe considerarse dentro de un panorama más amplio de salud.
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Para personas con condiciones específicas, como la diabetes, las recomendaciones son aún más estrictas y personalizadas, priorizando siempre la seguridad y el equilibrio metabólico.
La especialista subraya que el ayuno no debe implementarse de manera aislada. Si los fundamentos de un estilo de vida saludable—como el sueño, el ejercicio y la gestión del estrés—no están consolidados, introducir un ayuno puede ser contraproducente. La clave, según Ocanto Stone, reside en entender que esta es una "estrategia extra" y no un sustituto de una base nutricional sólida.
El ayuno intermitente en la población general
La especialista ve el ayuno intermitente como una buena herramienta, pero insiste en que "no deja de lado la calidad del alimento". Su eficacia solo se manifiesta cuando las generalidades del bienestar—sueño, ejercicio, nutrición y salud mental—están bien establecidas y manejadas.
El error común, advierte, es recurrir al ayuno cuando todo lo demás está desbalanceado, buscando una solución rápida que puede terminar siendo perjudicial.
Impacto diferencial por género: mujeres vs. hombres
Uno de los puntos más cruciales que destaca la nutrióloga es la diferencia radical en la respuesta al ayuno entre hombres y mujeres. Explica que las mujeres, debido a su complejo ambiente hormonal con cuatro fases en el ciclo menstrual, son más sensibles. Para pacientes femeninas, especialmente aquellas con síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico, endometriosis o alta sensibilidad al estrés, es menos probable que se recomiende un ayuno superior a 12-14 horas, ya que puede generar desbalances hormonales.
En contraste, los hombres, con un ciclo hormonal de 24 horas, pueden tolerar mejor ayunos más largos de 16 a 18 horas, siempre con supervisión.
¿Es recomendable que las personas con diabetes hagan ayuno?
Para pacientes con diabetes, la nutrióloga es clara: no recomienda ayunos más largos de 12 horas. Este periodo, comparable al ayuno nocturno de los niños, ayuda a minimizar riesgos. El principal peligro de extender el ayuno en estos casos es la posibilidad de desencadenar episodios de hipoglucemia, lo que representa un riesgo significativo para la salud. La recomendación final, sin embargo, siempre dependerá del tipo de diabetes, el paciente específico y la medicación que utilice. En lugar de ayunos prolongados, la base para el manejo de la diabetes consiste en realizar tres comidas bien estructuradas al día, evitando también el picoteo constante para prevenir picos glucémicos frecuentes.
Los riesgos de implementarlo incorrectamente
Implementar un ayuno sin la guía adecuada conlleva riesgos significativos que van más allá de no obtener beneficios. Ocanto Stone alerta que muchas personas, al adoptar el ayuno, no solo reducen su ventana de alimentación, sino que también empeoran la calidad de lo que comen y terminan con una ingesta calórica y nutricional insuficiente. El resultado de este enfoque erróneo no es una mejora en la composición corporal, sino una pérdida de masa muscular. Esta pérdida de músculo es particularmente negativa, ya que se traduce en un metabolismo menos eficiente y, en última instancia, en un estado de salud peor del que se partía.
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