¿Alguna vez has probado la chía? Por lo general esta semilla suele añadirse a las aguas, pero seguramente no sabías que hay una forma particular de comerla para que puedas obtener todos sus nutrientes. A continuación, te contamos más al respecto.
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Las semillas de chía son consideradas como un superalimento por los nutrientes esenciales que contiene. Aunque la forma en que comemos estas pequeñas semillas puede marcar la diferencia en cuanto a la absorción de sus beneficios. Desde hidratarlas hasta molerlas, hay estrategias simples pero efectivas para garantizar que nuestro organismo sí reciba estos nutrientes.
Propiedades de la semilla de chía
La chía es una semilla que se ha logrado popularizar por la gran cantidad de propiedades y beneficios que posee. De acuerdo con Ecología Verde, la chía es catalogada dentro de los superalimentos por ser un completo en términos nutricionales que nos puede ayudar para obtener numerosos beneficios a la salud a largo plazo.
Entre las propiedades de la semilla de chía se encuentran:
- Ayuda a saciar el apetito: La chía es de gran ayuda, puesto que aumenta su tamaño al ser hidratadas, ocupando así más espacio en el estómago y reduciendo la ansiedad de comer.
- Gran complemento en dietas veganas y vegetarianas: La chía tiene cinco veces más calcio que la leche de vaca, siete veces más omegas que el salmón y dos veces más proteína que las semillas, por lo que son un excelente complemento para dietas basadas en plantas.
- Disminuye el estreñimiento: Al hidratar las semillas de chía se forma un mucílago, un tipo de fibra que sirve para facilitar el tránsito intestinal que auxilia perfectamente en condiciones como el estreñimiento.
- Mejora la apariencia de la piel: Por su vitamina C ayuda a cicatrizar y estimula la producción de colágeno que, con la edad, se va perdiendo. Además, le brinda al cuerpo vitaminas A y E que ayudan con la deshidratación e inflamación y protegen contra los radicales libres.
La forma correcta de preparar las semillas de chía
La nutricionista Ana Laja y la investigadora María Reguera Blazquez detallaron para El Cronista la necesidad de prestar atención a cómo preparamos las semillas de chía. Según sus análisis, consumir las semillas de chía en su forma seca puede limitar la asimilación de sus nutrientes esenciales.
Para obtener todos los beneficios de esta semilla, las especialistas comentan que existen varias formas correctas de comerla. Una de ellas es hidratarla. Al remojar las semillas de chía en líquidos como agua o bebidas vegetales durante tres o cuatro horas, se forma una especie de gelatina llamada mucílago alrededor de ella. Este mucílago es rico en nutrientes y puede ser utilizado para hacer café hasta bowls de yogur.
Otra forma correcta de comer la semilla de chía es molerla. Molerlas permite una mejor digestión y asimilación de los nutrientes presentes en las semillas. Se pueden espolvorear en cualquier comida o utilizarlas en preparaciones dulces o saladas.
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