Hacer un cambio en tu alimentación es fundamental para controlar el hígado graso, una enfermedad en la que se acumula mucha grasa en el hígado ya sea por exceso de alcohol o por factores como la obesidad y la diabetes. Toma nota de qué jugos es bueno tomar cuando tienes hígado graso.
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De acuerdo con Mayo Clinic, la enfermedad del hígado graso muchas veces no manifiesta síntomas y cuando lo hace, puede presentarse cansancio, malestar general, dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen.
No existe un medicamento para el hígado graso por lo que una vez que se hace el diagnóstico se debe hacer un cambio en la dieta, incrementando el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.
Una buena opción para empezar a mejorar tu alimentación es tomar jugos naturales con ciertas frutas y vegetales que favorecen la salud del hígado. Además, son fáciles de preparar y no te toman mucho tiempo.
Jugos naturales para el hígado graso
Los jugos naturales no son la cura para el hígado graso, pero pueden ser una buena forma de incluir más frutas y verduras a tu dieta y empezar a hacer cambios saludables. Estas son las mejores recetas:
- Jugo de naranja con jengibre
El jugo de naranja aporta buenas cantidades de vitamina C y pectina, compuestos que favorecen la buena salud del hígado, especialmente porque tienen un efecto antiinflamatorio. Por su parte, el jengibre también es un poderoso antiinflamatorio y antioxidante que ayuda a eliminar las grasas del hígado y reducir la inflamación.
Un estudio señala que el consumo diario de una cucharadita de jengibre molido al día puede disminuir significativamente los niveles de marcadores inflamatorios y dar mejoras en las pruebas de función hepática con una disminución en la grasa hepática, según un artículo del doctor Michael Greger para Nutrition Facts.
Preparar este jugo es muy sencillo, necesitas:
- Un vaso de jugo de naranja
- Un trozo de jengibre sin cáscara y rallado
Licúa los ingredientes y toma el jugo resultante de inmediato para aprovechar todos los nutrientes.
- Jugo de zanahoria con limón
La zanahoria contiene carotenos, los cuales tienen un efecto antioxidante, lo que significa que puede ayudar a reparar las células dañadas del hígado por el exceso de grasa. Además aporta fibra, que es ideal para sentir saciedad por más tiempo y evitar antojos poco saludables que nos aumentan de peso.
El poder del Consumidor señala que al tener los pigmentos carotenoides, la zanahoria aporta vitamina A, la cual es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmune.
Agregar un poco de jugo de limón aporta vitamina C que, como te mencionamos, es un nutriente muy saludable para el hígado.
Para prepararlo, solo necesitas:
- Dos zanahorias grandes y frescas
- Un limón
Coloca las zanahorias en la licuadora y añade un vaso de agua para que se mezclen bien, luego integra el jugo de un limón y bebé de inmediato. Se recomienda no colarlo para aprovechar la fibra.
- Jugo verde
Esta opción es excelente para consumir no solo más frutas sino verduras, lo que es fundamental cuando se trata de combatir al hígado graso. Los vegetales verdes que se usan para preparar este jugo aportan nitrato inorgánico que, de acuerdo con WebConsultas, ayuda a reducir la acumulación de grasa en el hígado.
De hecho, un estudio de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences menciona que con tan solo tomar 200 gramos al día de vegetales de hoja verde se puede prevenir el hígado graso o controlarlo en caso de ya tenerlo, reducir la presión arterial y mejorar la diabetes tipo 2.
El jugo verde ideal cuando tienes hígado graso lleva los siguientes ingredientes:
- Un puño de espinaca
- Un puño de kale
- Un trozo de nopal
- Media manzana
- Un cuarto de betabel
Licúa todo y bebe el jugo sin colarlo para aprovechar al máximo la fibra que te aporta. Puedes agregar una cucharadita de avena para hacerlo más completo.
Recuerda que los jugos no son una cura para el hígado graso, tomarlos debe complementarse con un estilo de vida saludable para ver resultados, como hacer ejercicio todos los días, bajar de peso si es necesario, comer más frutas, vegetales y cereales integrales, disminuir el consumo de azúcares y sal y evitar el alcohol.
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