El hígado graso es una enfermedad en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado, que es el órgano más grande dentro del cuerpo y es encargado de ayudar a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. Si fuiste diagnosticado con este padecimiento te decimos las frutas ideales que debes comer.
Existen dos tipos de hígado graso, el que está relacionado con el consumo excesivo de alcohol y el que no. Cuando no hay un consumo de alcohol, los factores que influyen en el desarrollo de hígado graso son la diabetes tipo 2, obesidad, presión alta, niveles altos de colesterol y triglicéridos, así como infecciones por hepatitis C.
Medline Plus advierte que el hígado graso afecta a cerca del 25% de la población en el mundo y las cifras aumentan a medida que no se controlan los factores de riesgo, especialmente la obesidad y diabetes.
La alimentación saludable es clave para controlar este padecimiento que, a la larga, puede favorecer un daño más grave en el hígado, como la cicatrización del tejido y hasta fallo hepático. Por ello, es esencial que incluyas estas frutas que son ideales para el hígado graso.
Frutas para el hígado graso
No significa que no puedes comer todas las frutas, solo que es ideal que le des preferencia a algunas para un manejo eficaz del padecimiento.
- Kiwi
El portal Mejor con Salud menciona que el kiwi es ideal cuando se busca controlar el hígado graso ya que aporta vitamina C y fibra, los cuales ayudan a un sistema inmune fuerte y mayor sensación de saciedad, lo que evita que tengamos antojos poco saludables que influyen en la acumulación de grasa en el hígado.
- Frutos rojos
Como la frambuesa, moras y fresas, que son ricas en fibra para mejorar la digestión y dar saciedad, además de que tienen un índice glucémico bajo y contienen antioxidantes que protegen a las células del daño causado por factores externos.
Puedes consumirlas en un batido por la mañana, como postre o acompañadas de yogurt.
- Manzana
Es una fruta con propiedades antiinflamatorias, por lo que puede ser ideal para disminuir la inflamación del hígado afectado. Además, ayuda a reducir peso por su contenido de fibra y agua, así que no dudes en consumirlos como postre o en un licuado en el desayuno.
La manzana también contiene polifenoles, un antioxidante que puede proteger del daño por el exceso de grasa acumulado en el hígado.
- Toronja
Conocido también como pomelo, es una de las frutas ideales contra el hígado graso ya que tiene un compuesto llamado naringenina, que le da propiedades antiinflamatorias y antioxidantes para reparar y reducir el daño por el exceso de grasa.
Tiene un sabor amargo, pero es posible suavizarlo si se consume junto con otras frutas dulces como la manzana.
- Aguacate
Considerada como un tipo de grasa buena, esa fruta contribuye a la reducción de los depósitos de grasa en el hígado, ya que contribuye a la saciedad y el aporte de energía pero sin los daños que causas las grasas saturadas.
Puedes agregarlo a ensaladas, salsas o hasta usarlo en sustitución de la mantequilla en panes.
¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
Esta enfermedad es silenciosa, lo que significa que no da síntomas y cuando se presentan, puede incluir molestias en el lado superior derecho del abdomen y cansancio.
No es fácil diagnosticar el hígado graso per puedes sospechar si tienes alguno de los factores de riesgo que mencionamos, como obesidad, colesterol alto o diabetes. La mejor forma de comprobarlo es con pruebas como análisis de sangre e imágenes y en algunos casos, biopsia.
El principal tratamiento para el hígado graso es bajar de peso, ya que eso reduce la grasa del hígado, la inflamación y la posible fibrosis. No hay medicamentos para esta enfermedad, así que el apego a un plan alimenticio saludable es fundamental.
Además de incrementar el consumo de frutas como las que te mencionamos, también es importante comer más verduras y granos integrales, reducir la sal y el azúcar y evitar el consumo de alcohol.
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