Modificar nuestra dieta diaria y reemplazar las grasas saturadas, las carnes rojas y los alimentos procesados por frutas y verduras así como carnes asadas o al vapor es una gran opción para cuidar nuestra flora intestinal y, por tanto, nuestra salud en general.
Esto no solo nos ayuda a tener una mejor salud intestinal, también nos ayuda a tener mejor función inmunológica y una menor incidencia de enfermedades cardíacas, diabetes, asma, depresión, síndrome del intestino irritable, así como algunas enfermedades, detalla la BBC.
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Por estas razones, te comentamos por qué es necesario tener una buena dieta para conservar tu salud intestinal así como algunos alimentos que te ayudarán a tener una mejor flora intestinal.
Un intestino sano tiene una microbiota sana
Nuestra microbiota intestinal, también conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran dentro del intestino del organismo humano. Estas bacterias son muy beneficiosas para el desarrollo del sistema inmune. así como para la conducta humana y el estado de ánimo, según TopDoctors.
Esta previene infecciones intestinales y mantiene el sistema inmunitario en alerta, estimulando la producción de defensas de forma constante. No obstante, una microbiota insana puede volvernos vulnerables a distintos tipos de cáncer, párkinson y diabetes, señala Consumer.
Por eso, lo que consumimos desde que nacemos hasta que morimos influye directamente en nuestra microbiota y, por tanto, en nuestra salud intestinal.
Alimentos que incentivan una buena salud intestinal
Enfocarnos en nuestra dieta diaria es una de las formas más efectivas para aumentar la diversidad de nuestra microbiota y procurar que esta sea más saludable, comenta la doctora Megan Rossi a la BBC.
La microbiota de todas las personas es única, no obstante, existen algunos alimentos generales que te permiten conservarla sana. Para lograrlo, se recomienda consumir una variada gama de alimentos de origen vegetal (alrededor de 30 alimentos vegetales) diferentes, incluyendo frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, especias y hierbas.
Además de esto, se aconseja comer al menos 30 gramos de fibra al día, lo que equivale a dos rebanadas de pan integral o un tazón de cereales altos en fibras. Cabe mencionar que si no estás acostumbrado o acostumbrada a comer tanta fibra al día, es necesario que lo hagas de forma paulatina para que no tengas síntomas de inflamación y tomes abundantes líquidos.
(Con información de BBC, TopDoctors, Consumer).