A la hora de cocinar un rico caldo de pollo es común notar la aparición de espuma blanca que sube a la superficie cuando empieza la cocción y luce como agua enjabonada. Aunque muchas personas no le prestan atención a esto, aquí te explicamos por qué es importante eliminarlo cuando aparece.
¿Qué es la espuma y por qué es importante retirarla?
Esta espuma no es más que proteínas o grasa coagulada que al subir a la superficie se combina con aire y adquiere una apariencia espumosa. Suele aparecer a altas temperaturas cuando el agua se encuentra hirviendo y es normal que ocurra con carne de aves, según Directo al paladar.
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Algunas personas prefieren quitarle esta espuma al caldo porque consideran que le brinda un sabor distinto a la carne que puede amargarloa o agriarla. Puedes retirar esta grasa fácilmente dejándola enfriar o retirandola inmediatamente con una cuchara en la medida que vaya saliendo.
Para evitar que esta espuma brote del pollo, Enseñame de ciencia explica que puedes hervirlo en una olla aparte y prepararlo como sueles hacerlo solo hasta la cocción. Cuando esto pase, debes transferir el contenido a otra olla para seguir cocinándolo con normalidad.
Otro método que puedes usar para que esta espuma no salga es realizar el caldo de pollo a fuego lento, por debajo del punto de ebullición, para que esta espuma no llegue a precipitarse en la superficie. Esto reduce al máximo el desprendimiento de proteínas y su coagulación. Controlando la temperatura podemos lograr reducir al máximo la aparición de esta falsa espuma, aunque es inevitable que en algún momento emerja un poco de ella.
¿Lavar el pollo antes de cocinarlo puede solucionar este problema?
La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA por sus siglas en inglés) advirtió hace algunos años que la acción de lavar el pollo no reducía la cantidad de bacterias que contiene, más bien, incrementa la propagación de estos microorganismos a través de las salpicaduras de agua y por tanto, aumentaba significativamente el riesgo de contaminación cruzada.
Enséñame de ciencia indica que es recomendable solo frotar suavemente la carne con una toalla de papel desechable y tirarla al sesto de basura inmediatamente, así como lavar las manos al instante.
(Con información de Cleveland Clinic, FSA, Enséñame de ciencia, Directo al paladar).