Fresas, guayabas, mandarinas, manzanas, peras, zarzamoras o frambuesas son ejemplos de las frutas a las cuales tenemos acceso. Bajo una diversidad de sabores, texturas, colores, olores y tamaños encontramos en las frutas miles de oportunidades para integrarlas a nuestros alimentos. Desayunos, comidas, cenas y postres incrementan su valor nutricional cuando añadimos una fruta. Sin embargo, el escenario cambia cuando la fruta tiene moho.
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Las frutas, como cualquier otro alimento, pueden presentar moho. En varias ocasiones cuando lo detectamos, quitamos la parte contaminada ingerir lo demás. Esta acción que permite disminuir la culpa del alimento desperdiciado en realidad puede provocar diversas consecuencias. ¿Por qué no es recomendable comer una fruta con moho? ¿Cómo evitar el moho en las frutas? Continúa leyendo esta nota para conocer las respuestas.
El cuidado de salud también es consumir alimentos que potencialicen los beneficios en nuestro cuerpo. Por ello, también te compartiremos algunos consejos para evitar el desperdicio de alimentos. Comprar en las cantidades adecuadas y con medidas de salubridad no sólo permitirá prevenir molestias, también nos ayudará a mantener un bienestar físico y mental.
¿Por qué a la fruta le sale moho?
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, por su sabor dulce acidulado, por su aroma intenso y agradable y por sus propiedades nutritivas, las frutas suelen consumirse en su estado fresco mediante jugos o postres. Las frutas contienen altos niveles en vitaminas, minerales y antioxidantes. Algunas vitaminas y minerales, por ejemplo la C y el potasio, dependen del suministro de frutas.
En algunas ocasiones la fruta presenta moho. Según Traza, el moho es una agrupación de hongos. Por lo general, el moho es imperceptible a la vista, por lo cual cuando vemos el moho en los alimentos es porque el producto está invadido y colonizado por los hongos. Como cualquier otro hongo, el moho es reproducido por esporas. El aire, los insectos, el agua, los utensilios de cocina y los utensilios de limpieza pueden trasportar esporas de un alimento a otro.
El portal añade que el moho, tal como otro organismo vivo, durante su proceso de nutrición conlleva la producción de residuos orgánicos. Algunos de estos pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente porque existen micotoxinas las cuales al ingerirse provocan trastornos digestivos e intestinales, afecciones del aparato digestivo, problemas hepáticos y reacciones alérgicas. Enséñame de ciencia identifica las siguientes micotoxinas en las frutas:
- Aspergillus: puede causar aflatoxicosis, una enfermedad hepática que incide en la cirrosis
- Fusarium: causa daños al sistema nervioso
- Penicillum: causa daños renales
- Rhizopus: puede causar daños renales y hepáticos
Ante esto, es mejor desechar las frutas con moho por completo para prevenir padecimientos. Tu Hogar explica que existen diversas alternativas que permiten reducir el riesgo de aparición de moho y potenciar el consumo adecuado del alimento. Si constantemente encuentras moho en las frutas u otro tipo de alimento, sigue las siguientes indicaciones:
- Cuidar que los alimentos no tengan contacto con el agua, pues la humedad aumenta las probabilidades de moho. Ten cuidado con paredes y superficies de madera
- Limpia la despensa de alimento recurrentemente, especialmente si el almacenamiento está cerca de humedad
- Guarda los alimentos en bolsas de cierre hermético y refrigéralas
- Desinfecta constantemente tus utensilios de cocina y limpieza
- Toma en cuenta el tiempo de conservación de los alimentos y consúmelos en el tiempo recomendado
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