¿Qué pollo es mejor, amarillo o blanco?

pollerías y tiendas de supermercado, el color de este cambia, pues en algunos sitios este se ve amarillo y en otro blanco. Pero ¿Por qué pasa esto?

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Los pollos que son empaquetados y embolsados dentro de los supermercados sin duda alguna compiten con los pequeños distribuidores que nos encontramos por nuestros barrios. Debido a que estos cuentan con distintos distribuidores, CocinaVital señala que la respuesta a esta diferencia de color se encuentra en la dieta que estas aves llevan antes de llegar a la mesa y que estos proveedores les administran, pues no en todos los casos es la misma.

Diferencias entre pollo amarillo y blanco

Ana Cristina Barroeta, catedrática del departamento de ciencia animal y de los alimentos en la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que el característico color amarillo de algunos pollos se debe a la presencia de carotenoides, informa Enséñame de Ciencia.

Se trata de un tipo de pigmento presente en algunos alimentos como las zanahorias, remolachas o maíz. Por eso, cuando un pollo se alimenta de maíz, los carotenoides tiñen la grasa subcutánea de estas aves, haciendo que su piel parezca amarillenta. Este mismo fenómeno afecta también las yemas de los huevos, de gallina. Sin embargo, la especialista señala que es la grasa la que se vuelve amarilla, “y el color combinado con la carne rosada resulta en un tono anaranjado”, detalla.

Además de esta diferencia que radica en la dieta, encontramos que la forma como fue criado el pollo también influye en su color de piel y tamaño, pues los que son de corral suelen crecer de forma más lenta que los que se encuentran en cautiverio, por lo que son más caros, con una piel más amarillenta, con menos grasa, con sabor más intenso y menos grasa, detalla El País.

¿En qué momento el pollo no debe consumirse?

Debido a la crianza y al estilo de vida de los pollos de cautiverio y de corral, es inevitable encontrar diferencias en la piel, pues ese es un tema de alimentación. No obstante, algo que debemos evitar a toda costa es comprar pollo que tiene manchas negras, que está golpeado, tiene líquido de dudosa procedencia (aunque la fecha de caducidad diga que aún está en buenas condiciones) o que huele mal.

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