El café es una de las bebidas favoritas de muchos, incluso hay quienes afirman que simplemente no pueden empezar su día sin una taza de café, pero ¿sabías que hay algunos medicamentos que nunca deberías mezclar con esta bebida? Te decimos cuáles son.
En cantidades moderadas (no más de 3 tazas al día) y sin azúcar, el café puede tener algunos beneficios para la salud. Un artículo de Mayo Clinic señala que el café puede evitar la muerte prematura y ofrecer alguna protección contra enfermedades como Parkinson, diabetes tipo 2, cáncer de hígado y ataque al corazón.
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La Asociación Americana del Corazón agrega que una taza de café al día puede disminuir el riesgo de insuficiencia cardiaca en comparación con los que no toman esta bebida, aunque debe acompañarse de un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, perder peso y dejar de fumar.
Sin embargo, cuando ya tenemos una enfermedad y tomamos medicamentos, debemos tener cuidado, ya que hay algunos fármacos que no combinan bien con el café y que podría causarnos complicaciones.
Medicamentos que no debes mezclar con café
La investigación “El efecto del café sobre las propiedades farmacocinéticas de los fármacos: una revisión”, retomado por La Nación detalla que tomar café mientras se toman ciertos medicamentos puede afectar su eficacia.
Aunque aclaran que no es una situación que pone en peligro la vida, si debe tenerse en cuenta para evitar posibles interacciones que alteren los efectos del medicamento. Estos son los medicamentos que nunca debes mezclar con café:
- Medicamentos para la presión alta
Puede ser un problema porque la cafeína puede aumentar temporalmente la presión arterial mientras que el medicamento intenta reducirla para no dar más carga de trabajo al corazón para bombear sangre.
- Medicamentos para el asma
La absorción de los fármacos para controlar el asma como la aminofilina o teofilina se ve disminuida cuando tomas café, además de que favorece efectos secundarios como dolor de cabeza, molestias estomacales e irritabilidad.
- Antidepresivos
Lo ideal es que tomes tus medicamentos al menos dos horas antes o después de que tomes café, ya que los componentes de dicha bebida pueden evitar que el organismo absorba correctamente los químicos de los fármacos y que se presentes complicaciones.
Esto aplica también para medicamentos contra la ansiedad y el insomnio.
- Medicamentos para diabetes
Un alto consumo de cafeína puede complicar el control de la glucosa en sangre, especialmente si se trata de bebidas que además son azucaradas. Si además se agregan leche y crema, hay un efecto más desastroso en la glucosa y obstaculiza el correcto funcionamiento de los medicamentos.
- Medicamentos para alergia
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos apunta que algunos medicamentos para los síntomas de la alergia, como la fexofenadina no deben tomarse con café ya que sobreestimulan el sistema nervioso central y aumentan las molestias como la irritabilidad, alteraciones en el sueño e inquietud.
¿Por qué el café altera el efecto de algunos medicamentos?
Antonio Javier Carcas Sansuán, profesor de Farmacología de la Universidad Autónoma de Madrid, explica a BBC Mundo que "hay aproximadamente unos 60 fármacos que pueden tener interacciones con la cafeína, aunque la mayoría de esas interacciones son moderadas”.
El especialista pone como ejemplo los medicamentos dirigidos a producir un efecto sedante o tranquilizante, que cuando se mezclan con el café o una bebida con cafeína, esta última contrarresta los efectos del medicamento.
“Una molécula que hace exactamente lo contrario a lo que los fármacos están tratando de lograr", afirma.
Otra explicación es que algunos fármacos utilizan las mismas enzimas y proteínas que la cafeína para metabolizarse a nivel hepático, lo que produce una interferencia que podría favorecer que el medicamento se acumule en el organismo de más.
En conclusión, lo más importante es seguir las indicaciones del médico y preguntar si hay restricciones médicas para un adecuado tratamiento. Hay que tomar las medicinas siempre tal y como lo indica el especialista y tomar café con moderación, independientemente de si tenemos un tratamiento farmacológico o no.