Hay personas a las que no les gusta la soledad por lo que buscan estar siempre acompañadas, aun cuando duermen y hoy te diremos qué significa que no te guste dormir solo, según la psicología.
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Hay quienes han dormido toda su vida acompañada, primero por sus papás o hermanos y luego por sus parejas, por lo que dormir solas les da mucho miedo, pero esto tiene una explicación, según la psicología.
Las razones por las que no me gusta dormir solo, según la psicología
El portal de Aprender pensando explica que existe una fobia a dormir solos y este es un miedo extremo e irracional a dormir sin compañía cercana, en una habitación o lugar solitario.
Como ocurre con cualquier otra fobia, este miedo es exagerado, no responde a razones realistas e incide en nuestro funcionamiento cotidiano, ya que nos imposibilita y nos bloquea durante las situaciones temidas, que tendemos a evitar a toda costa.
El miedo a dormir solo está muy relacionado a la nictofobia, un miedo exagerado e irracional a la oscuridad y a la noche. Esto hace que las personas presenten una gran ansiedad durante la noche y eviten la oscuridad.
Aunque todos podemos sentir miedo cuando dormimos solos en una habitación o residencia, si no estamos acostumbrados a hacerlo. La oscuridad y el silencio pueden dar alas a nuestra imaginación y hacer que nos preocupemos durante algunos instantes por cualquier detalle, pero cuando este miedo se convierte en un terror extremo e irracional, a pesar de incluso estar seguros de que nada puede ocurrirnos, es cuando hablamos de la fobia a dormir solos.
El miedo a dormir solos se suele desarrollar durante la infancia
El miedo de los niños a dormir solos y a la oscuridad, es uno de los miedos más comunes a los que los niños se enfrentan y que más preocupación genera a los padres.
El miedo a dormir solos provoca una gran ansiedad en los niños cada vez que llega la hora de dormir y puede hacer que el niño insista en cumplir ciertos rituales para evitar la situación, como dormir con un adulto cerca, dejar la luz encendida y negarse a dormir lejos de los padres.
El miedo a dormir solos puede incidir en la calidad del sueño y el bienestar emocional tanto de niños como de padres y tutores que no consiguen normalizar la situación.
El miedo a dormir solo se puede arrastrar hasta la vida adulta
Podemos llegar a la vida adulta y seguir teniendo miedo a dormir solos y aunque este temor se puede haber arrastrado desde la infancia, también puede haber surgido en la etapa adulta, sobre todo cuando se asocia a otros síntomas de ansiedad.
También una experiencia vivida o algo que hayamos escuchado o aprendido puede hacer que nuestra imaginación nos juegue en contra durante la noche y haga que nuestra visión racional se bloquee por el miedo y no nos permita calmarnos y poder dormir de forma placentera.
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