DISCUTIR

¿Qué significa que una persona discuta mucho, según la psicología?

Existen tres principales razones que llevan a un ser humano a convertirse en un peleador compulsivo y van más allá de nosotros

El peleador compulsivo pelea con una parte de su pasado.
Discutir.El peleador compulsivo pelea con una parte de su pasado.Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

Existen personas que suelen discutir por todo, y aunque seamos flexibles o intentemos conciliar, buscan seguir en conflicto y reafirmar una y otra vez su punto de vista. ¿Qué significa que una persona discuta mucho, según la psicología? ¿Y qué hacer al respecto? 

¿Qué significa que una persona discuta mucho, según la psicología?

De acuerdo con La Nación existen tres principales razones que llevan a un ser humano a convertirse en un peleador compulsivo y van más allá de nosotros, pues se trata en realidad de peleas internas:

  1. Pelear con el papá interno o la mamá interna.  La persona está luchando con la imagen paterna o materna que ha internalizado. A pesar de ser un adulto, no ha dejado de pelear con sus padres (con uno o con ambos) y repite, inconscientemente, la misma conducta al disputar con los demás.
  2. Pelear con la infancia.  Aquí el adulto pelea con su aspecto infantil, con su niño o niña interior, o con su aspecto adolescente con el que nunca hizo las paces.
  3. Pelear con la propia frustración. La persona, sin darse cuenta, está en guerra con su propio sentimiento de frustración. Por lo general, porque no es capaz de reconocer y aceptar sus errores. Para ella, equivocarse es el fin del mundo.

Desde su presente, el peleador compulsivo pelea con una parte de su pasado: su sombra, su historia (negativa), su vulnerabilidad, su inmadurez, etcétera. Y esa lucha que, en la mayoría de los casos es inconsciente, se expresa peleando con aquellos que lo rodean.

En el caso específico de las parejas o un miembro de la pareja que discute mucho, de acuerdo con Terapify, se debe a esto:

  • Falta de comunicación efectiva, o dificultades para expresar los pensamientos, emociones y sentimientos, lo que lleva a malentendidos y conflictos en la relación.
  • Estrés, el cual puede tener distintos orígenes, como el trabajo, problemas financieros, despido, entre otros.
  • Diferencia en las expectativas, por ejemplo, si tu pareja espera que pases más tiempo con ella, o si tiene sueños u objetivos y espera que te involucres pero no lo haces, o viceversa.
  • Las diferencias fundamentales en la personalidad de ambos y los valores pueden generar distintas ocasiones de peleas.
  • Falta de habilidades de resolución de conflictos, lo cual no permite que las peleas o conflictos lleguen a un consenso.
  • Dificultades de salud mental o estrés.
El peleador compulsivo pelea con una parte de su pasado. Crédito: Canva.

En resumen, quienes pelean de forma compulsiva, en el fondo, no están riñendo con nosotros, sino con ellos mismos, con fragmentos de su propia vida que no son capaces de ver. Sin embargo, es posible dejar de vivir peleando. Pero para ello, es necesario mirar hacia adentro y hacer las paces con uno mismo y con la propia historia, por dura o triste que haya sido. 

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