¿Quién no ha buscado en más de una ocasión hacer sus actividades o algún proyecto con mucha dedicación hasta rayar en el perfeccionismo? Sin duda, más de una vez nos ha pasado pero, cuando esto ocurre con mucha frecuencia, debemos ponernos alerta, pues la búsqueda de la perfección en todo lo que hacemos puede ser perjudicial a largo plazo.
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En general, la mayoría de las personas aceptamos con complacencia “cierto grado de perfeccionismo”. En la actual sociedad el perfeccionismo es considerado una especie de defecto-virtud.
Sin embargo, cuando se transforma en una obsesión, el perfeccionismo lejos de ayudarnos a alcanzar las metas y crecer en satisfacción, confianza y seguridad, constituye un obstáculo y una fuente constante de amenaza, miedos, dudas e infelicidad, detalla el portal Área Humana.
¿Qué es el perfeccionismo?
El perfeccionismo es un estándar que por lo general la gente se impone a sí misma. Una búsqueda constante de la excelencia sin aceptar errores, detalla Therapyside. El perfeccionismo puede manifestarse en diferentes áreas de nuestra vida, desde el trabajo hasta las relaciones personales.
Actualmente, el perfeccionismo es considerado como una tendencia a establecer estándares excesivamente altos de desempeño en combinación con una evaluación excesivamente crítica y una creciente preocupación por cometer errores, rasgos que se expresan con baja tolerancia a la frustración
Las personas perfeccionistas con un estilo adaptativo poseen estándares altos pero realistas, orden, organización y afán de superación. Mientras que en el perfeccionismo desadaptativo, además de tener estándares elevados, estos son irrealizables. En este tipo de personas predomina una preocupación excesiva por los errores y existe una gran discrepancia entre el resultado obtenido y las exigencias personales.
Otro aspecto destacado en el perfeccionismo es hacia donde se dirige. Puede estar orientado hacia uno mismo, centrado en las capacidades de los demás o el llamado perfeccionismo social, que supone ser aceptado únicamente si se cumplen con los estándares irrealistas impuestos por los demás.
Consejos para dejar de ser una persona perfeccionista
De acuerdo con expertas y expertos, si identificas que eres una persona perfeccionista puedes tomar medidas para trabajar en esa conducta y poco a poco dejar de ser tan autocrítica o autocrítico. Algunas de ellas son:
- Define metas realistas: Establece metas alcanzables y celebra los logros, por pequeños que sean.
- Acepta tus errores: Los errores son oportunidades de aprendizaje. Abraza la imperfección como parte natural de la vida.
- Cambia tu diálogo interno: Transforma tus pensamientos negativos en afirmaciones positivas. La autocompasión es clave.
- Desconecta del juicioe: No permitas que el juicio de los demás dicte tu valía. Aprende a valorarte por ti mismo.
- Practica la tolerancia a la incertidumbre: La vida es impredecible. Aprende a vivir con la incertidumbre y a adaptarte a los cambios.
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