Liam Payne, cantante que saltó a la fama en el grupo de pop One Direction falleció a los 31 años, luego de que cayera desde el tercer piso de un hotel en Argentina, según confirmaron fuentes oficiales. Desde hace tiempo, el joven artista había luchado contra varios problemas de salud mental y aquí te decimos cuáles son.
Fue Alberto Crescenti, director de los servicios de emergencias en la ciudad de Buenos Aires, quien confirmó la muerte del joven artista, detallando que Liam Payne sufrió “lesiones gravísimas que le provocaron inmediatamente la muerte”.
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Además, indicó a medios locales que a las 17:04 horas, recibieron una llamada al 911 para alertar por una persona en el Hotel Casa Sur que presentaba “lesiones incompatibles con la vida” tras una caída de entre 13 y 14 metros. Específicamente, se confirmó que Liam Payne sufrió una fractura de cráneo.
No se sabe si el cantante cayó por accidente o se arrojó, la única información confirmada es que estaba en un hotel en Palermo y que había asistido al concierto de su ex compañero en One Direction, Niall Horan, sin embargo, personal del hotel donde ocurrieron los hechos, alertó que tenía un comportamiento agresivo, por lo que se cree que podría haber estado bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Problemas de salud mental que sufría Liam Payne
El cantante de One Direction saltó a la fama a una edad muy joven, con solo 16 años, lo que tuvo consecuencias negativas en su salud mental, ya que se sabe que padecía problemas como:
- Agorafobia, un trastorno que según MedlinePlus consiste en un miedo y ansiedad intensos de estar en lugares donde es difícil escapar o donde no se podría tener ayuda. Puede incluir miedo a puentes, a las multitudes o a estar solo en espacios exteriores.
- Trastornos de ansiedad, que se caracterizan por una sensación de miedo y preocupación intensa y excesiva, que puede acompañarse de síntomas físicos como náuseas, palpitaciones, sudoración, trastornos del sueño y sensación de peligro inminente con frecuencia, reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Alcoholismo, una enfermedad donde hay una dependencia al alcohol que deteriora la salud física y mental y que puede causar cambios notorios en el comportamiento de una persona. Quien lo padece, asegura el IMSS, tiene la necesidad de beber en cualquier momento y sin control, dejando de hacer actividades que antes realizaba y mostrando desinterés por su salud y aspecto físico.
- Depresión, la OMS explica que se trata de un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. Quienes han vivido abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes tienen más probabilidades de sufrirla.
El propio cantante llegó a compartir en entrevistas con medios de comunicación que, debido a la fama, atravesaba un oscuro periodo, que le causó momentos difíciles y tóxicos.
“Pasaron cosas de las que jamás hablé y que dejaron cicatrices en mí, fue muy severo”, declaró en su momento el artista, quien además confesó que llegó a experimentar pensamientos suicidas.
¿Cómo comenzaron sus problemas de salud mental?
Su alcoholismo comenzó mientras viajaba de gira con sus compañeros de One Direction, ya que tenían que quedarse encerrados en las habitaciones de su hotel para no ser acosados por sus fanáticas, lo que le facilitaba el acceso a las bebidas alcohólicas.
“Yo solo pensaba ´Voy a beber yo solo’ y eso se mantuvo conmigo durante muchos años de mi vida”, mencionó.
“Bebí alcohol durante mucho tiempo, pero era la única manera de sacarme la frustración al final del día”, agregó luego de detallar que, aunque parecía que podían hacer lo que quisieran por ser famosos, solo estaban encerrados.
Liam Payne estuvo en rehabilitación tras el nacimiento de su hijo, el cual tuvo con la cantante británica Cheryl Tweedy.
En 2023, Liam desapareció de las redes, lo que preocupó a muchos de sus fanáticos y cuando reapareció a sus 29 años, dijo que había estado en un programa de 100 días de rehabilitación para controlar su alcoholismo, pues le resultaba imposible estar sobrio por largos periodos.
Después de su tratamiento, el cantante logró retomar su carrera profesional y estuvo seis meses sin beber alcohol, según reporta el diario Clarín.
Además del alcoholismo, Liam Payne sufrió de agorafobia y ansiedad, lo que le impidió poder realizar actividades tan cotidianas como salir a dar un paseo, a comer a un restaurante o hacer compras.
“Creo que es algo que le sucede a todo el mundo en esta industria y tienes que tratar de superarlo lo antes posible”, aseguró.
El joven cantante también tuvo ataques de ansiedad que lo paralizaban, por lo que muchas veces ni siquiera podía pensar en salir a la calle o tenía que quedarse en su coche pensando que ya no quería estar ahí.
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