Agradecer la ayuda de los demás es necesario para formar vínculos, construir relaciones y establecer comunidades unidas. Para algunas personas agradecer no sólo está en la palabra ‘gracias’, también está presente en sentir dicha por tener alimento, hogar y salud. Este agradecimiento fomenta una estabilidad mental, sin embargo, cuando se obliga a una persona a estar agradecida en momentos difíciles, puede ser perjudicial.
“No estamos viendo el cuadro completo cuando nos sentimos desagradecidos o acusamos a otros de ello. Porque la experiencia de una persona no necesita coincidir con lo que otros dicen que debería sentir. Puedes sentir agradecimiento por lo que tienes y aun así malestar tristeza y soledad. Puedes amar partes de tu vida y sentir impotencia y que los demás te lastiman”, menciona la psicoterapeuta Ilene Strauss Cohen para Psychology Today.
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Aunque es necesario agradecer, en algunos casos, el exigir a las personas agradecer cuando están pasando problemas de salud o sienten que no están alcanzando sus sueños, puede resultar contraproducente. ¿Cómo evitar que el agradecimiento se convierta en un problema? ¿Por qué también es necesario atravesar esos sentimientos que solemos evadir? Quédate en esta nota para conocer las respuestas.
¿Qué causa la presión social en el agradecimiento?
De acuerdo con Naciones Unidas, la gratitud es la cualidad de ser agradecido. Consiste en apreciar los aspectos no materialistas de la vida y la voluntad de conocer que los demás desempeñan un papel en nuestro bienestar emocional. El agradecimiento es una emoción relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones sociales y la felicidad que perdura a lo largo de la vida. La gratitud puede lograr el autoconocimiento y la autogestión.
Daniel Colombo detalla que en algunas ocasiones la ingratitud es un sentimiento que todas las personas podemos tener. El problema sucede cuando las personas actúan permanente bajo un desagradecimiento relacionado con el ego y el narcicismo que impiden el registro de la ayuda recibida o la cooperación de la otra persona. Así comienzan a desarrollarse problemas en las raciones. ¿Qué pasa cuando el desagradecimiento va hacia la vida?
Más Vida Psicólogos explica que la presión social está alrededor del mundo. La sociedad ejercer una gran influencia en el comportamiento en las actitudes, especialmente cuando involucra un colectivo. Esta presión social aumenta con las redes sociales llevando a un autoengaño y creando una búsqueda hacia la felicidad que no corresponde a la realidad.
Ilene Strauss Cohen destaca para Psychology Today que cuando no tenemos los objetos materiales y el éxito que la presión social, podemos experimentar un sufrimiento. Aunque influye, no es la única causa de sentir una insatisfacción, pues esto nos puede servir para reconocer qué debemos trabajar y reconciliar.
“Se trata de aceptar nuestras experiencias y las de los demás tal como son, en lugar de seguir una receta inventada sobre cómo debemos sentirnos. Sufrimos no porque seamos desagradecidos sino porque nos cuesta aceptar las cosas como son. Sufrimos porque comparamos nuestras vidas con cómo parecen ser las vidas de los demás o cómo creemos que se supone que deben ser nuestras vidas”, subraya la especialista.
Al compararnos con las demás personas podemos sentir que estamos siendo desagradecidos con nuestra vida y a la par que en nuestra vida no existen razones para agradecer. Pasar por estas emociones nos permite reconocer qué debemos trabajar para sentir bienestar. R&A Psicólogos deja una serie de consejos para manejar esto:
- Reconoce que te comparas con los demás cuando los haces: es necesario reconocerlo para dejarlo de alimentarlo y comenzar a enfocarse en el camino propio
- Focalizarse en lo que eres y en lo que tienes y no en lo que falta: confía en tus capacidades. Más que sentirte agradecido, has un esfuerzo por reconocer aquello que has logrado
- Sé más auto-consciente del año que te ocasiones: compararse desde el agradecimiento hasta los éxitos provoca un malestar. Es necesario reconocer que podemos evitar este dolor o gestionarlo
- Enfócate en aprender y no competir: convierte esta comparación en aprendizaje que pueden otorgarte otras personas
- Limita tu tiempo en redes sociales y no estés en conflicto con la imperfección: no se trata de no equivocarse, aprende. Aprende a darle una vuelta al agradecimiento y aprende a no caer en los engaños que fomentan las redes sociales
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