RELACIONES SOCIALES

Este mecanismo es el responsable de impulsarnos a crear nuevas amistades

Conocer cómo los seres humanos creamos nuevas relaciones podría ayudar al desarrollo de medicamentos para tratar la ansiedad social

¿Por qué conocer cómo formamos nuevas relaciones podría ayudar al trastorno de ansiedad social? Esto es lo que sabemos.
¿Por qué conocer cómo formamos nuevas relaciones podría ayudar al trastorno de ansiedad social? Esto es lo que sabemos. Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

Descubren grupo de neuronas que liberan una hormona la cual contribuye a suprimir las relaciones con personas conocidas, como las amistades, para impulsar la creación de nuevas relaciones. Dicho resultado parte de un trabajo publicado en la revista ‘Cell’ donde se detalla por primera vez un mecanismo vinculado a la memoria social con preferencias para interactuar con nuevas personas. El estudio estuvo liderado por investigadores del Instituto de Neurociencias (IN) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) reporta Infosalus.

“Las preferencias sociales impulsan a un individuo a tomar la decisión de interactuar más con un miembro de su especie sobre otro en determinadas circunstancias. La motivación por interactuar con nuevos individuos es una calidad fundamental para vivir en sociedad, así como para interactuar de forma adecuada”, mencionan investigadores.

Este mecanismo fue ubicado en la corteza prefrontal donde un grupo de neuronas produce la hormona corticotropina (CRH). Esta hormona regula los comportamientos motivados, como la búsqueda de alimento, seguridad, confort y socialización. Detectaron que los roedores detectan la familiaridad de un individuo, las neuronas de la corteza prefrontal se activan a modo de respuesta y liberan la hormona CRH en las neuronas de la región del septum lateral, detalla Infosalus.

¿Qué es lo bueno de conocer a alguien?

De acuerdo con Mayo Clinic, las buenas amistades traen diversos beneficios para la salud, pues son personas que pueden apoyar en los malos momentos y celebrar los buenos momentos. A la par, pueden prevenir el aislamiento, la soledad ofrecer compañía en caso de ser necesario. Por si fuera poco, mejoran la confianza, ayudan a sobrellevar traumas o una enfermedad grave y aumentan la sensación de ser parte de un grupo.

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Sin embargo, en algún punto nuestras amistades fueron personas desconocidas. Según eHOW, conocer a gente nueva ayuda a aprender nuevas cosas. Comienzas a compartir cosas que probablemente no conocías y te tomas la oportunidad de intentar nuevas actividades. Al igual, ayuda a aprender y comprender diversas formas de vivir. El conocimiento se expande en la mayoría de los ámbitos.

Para crear nuevas relaciones, Habilidad Social recomienda encontrar semejanzas con las personas para facilitar la conexión, demostrar una parte de ti que te haga vulnerable para crear confianza, profundizar la relación preguntando sobre las emociones y acompañándolas y salir de la rutina con el fin de realizar una actividad emocionante. Si se han conocido por el trabajo o la escuela, busquen otras actividades que puedan hacer en conjunto

¿Cómo se trata el trastorno de ansiedad social?

Aunque tener amistades y crear nuevas relaciones tienen diversos beneficios para la salud, algunas personas pueden presentar retos para lograrlas, una de las causas se ha asociado al trastorno de ansiedad social. National Institute of Mental Health explica que una persona con trastorno de ansiedad social atraviesa por síntomas de ansiedad o temor en situaciones que involucren conocer a nuevas personas, salir con alguien una cita, asistir a una entrevista de trabajo, entre otras situaciones.

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En esta investigación, especialistas plantear que la deficiencia de la hormona CRH en la corteza prefrontal o en su receptor podrían provocar alteraciones en las interacciones sociales. Los resultados de este estudio podrían abrir nuevos camino para desarrollar medicamentos dirigidos al sistema CRH para tratar trastornos de ansiedad social y otro tipo de enfermedades psiquiátricas, como el autismo o la depresión.

“Sabemos que determinadas alteraciones en el gen que codifica esta hormona han sido previamente relacionadas con una mayor incidencia de trastornos del comportamiento”, menciona Noelia Sofía de León Reyes, primera autora del estudio.

(Con información de Infosalus, Mayo Clinic, eHOW, Habilidad Social, National Institute of Mental Health)