Nuevas amistades, nuevos comienzos, nuevos aprendizajes. El regreso a clases es un momento que pone las esperanzas en el camino para formar el futuro. La emoción por estrenar útiles, el cambio de rutina tras un descanso merecido, las nuevas experiencias que están a la vuelta de la esquina nos llenan de energía para iniciar con la mejor actitud ante el aprender, conocer y crear. A pesar de los beneficios, el regreso a clases también nos pone un reto enfrente: el estrés académico.
Las horas comiéndonos los pasos, los minutos dejándonos con la mente en blanco y los segundos que nos recuerdan que el tiempo se acaba son momentos de estrés académico que persigue a estudiantes en todos los niveles. Aunque sea la tarea más sencilla para una persona, en sí esto dependerá de sus habilidades, su atención puesta en clase y sus herramientas para manejar la frustración. ¿Será que la vida académica siempre se acompaña con estrés?
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El estrés es un aliado cuando nos empuja a derribar esos bloques que nos limitan para realizar nuestro trabajo, sin embargo, puede convertirse en uno de esos bloques cuando no lo sabemos manejar. Por ello, hoy te compartimos estos consejos que te ayudarán a resolver el estrés académico, permitiéndote tener un buen desempeño y poder disfrutar tu etapa como estudiante.
¿Cómo combatir el estrés académico?
El estrés académico, informa Universidad Nacional de Córdoba, es la reacción normal que tienen las y los estudiantes frente a las diversas exigencias y demandas que enfrentan en la universidad, como parciales, exámenes finales, trabajos prácticos, presentaciones, etc. Dicha reacción activa y moviliza al estudiante para responder con eficacia, conseguir sus metas y cumplir sus objetivos, pero una sobredemanda puede disminuir el rendimiento académico.
Las manifestaciones físicas que la Universidad Nacional de Córdoba identifica en la mayoría de estudiantes es cansancio, fatiga, dolor de cabeza, dolor de estómago, aumento o disminución del apetito, tensión en las mandíbulas, dolor de espalda, taquicardia, somnolencia o mayor necesidad para dormir y resfríos frecuentes. Sin embargo, la persona también puede presentar manifestaciones psicológicas y conductuales, como dificultad para estudiar, angustia, baja motivación, entre otros.
Para manejar y prevenir estas manifestaciones Universidad del Norte aconseja que cuando llegue la época de exámenes, organizar muy bien las horas de estudio y sueño para evitar el agobio. Esto puede alcanzarse al momento de evitar distracciones y dividir el estudio en bloques, procurando tomar espacios para despejar la mente y regresar al objetivo. Lamentees maravillosa detalla otras recomendaciones que también podrán funcionar ante el estrés académico:
- Aprende a identificar tus síntomas de estrés y ansiedad: céntrate en las sensaciones y pensamientos que tienes mientras estudias, después busca estrategias para manejarlas
- Haz que tu rutina de estudio sea consistente: establece horarios y periodos de estudio que te permitan aprovechar tu tiempo
- Emplea técnicas de estudio: ¿qué te ayudara para procesar mejor la información?
- No descuides tu salud: respeta tus horas de sueño, cuida tu alimentación, haz ejercicio y entiende tus emociones
- Busca ayuda profesional: si el estrés académico está reflejándose mediante la ansiedad, no dudes en auxiliarte de un profesional y tus círculos cercanos
(Con información de Universidad Nacional de Córdoba, Universidad del Norte, Lamentees maravillosa)