Diarios de viajes, diarios de conciertos, diarios donde se deja la huella de cada día, diarios para organizar la semana, diario de alimentación, diario de ideas y así podríamos continuar la lista de las diversas alternativas que tiene el journaling. El journaling va más allá de una tendencia en redes sociales para cortar, pegar y cortar, pues es una técnica en la psicología para manejar los pensamientos negativos que merodean nuestra mente en momentos de incertidumbre y desesperación.
Si todavía no conoces esta técnica o quieres saber más sobre ella, en esta nota te explicamos todos los elementos que necesitas conocer sobre el journaling. Antes de iniciar, cabe destacar que si los pensamientos negativos están siendo un impedimento para que puedas realizar tus tareas diarias, probablemente lo más adecuado sea buscar la ayuda de un profesional de salud para que pueda ofrecerte un diagnóstico y tratamiento conforme a tus necesidades.
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¿Qué es y para qué sirve el journaling?
El journaling, según Westwing, es una práctica cada vez más utilizada. Se trata de llevar un cuaderno en el día a día donde se plasmen pensamientos, deseos, miedos y esperanzas. Este método tiene la ventaja de ser personalizable con la única consigna de aprovechar al máximo el papel disponible. El objetivo es tener un solo espacio para conectar con el mundo de una mera creativa. Aunque la técnica ha avanzado con los años, pues ahora podemos encontrarlo en formato online, continúa siendo un espacio para plasmar.
“La escritura accede al hemisferio izquierdo del cerebro, donde está la parte analítica y racional. Cuando esta parte está ocupada, el hemisferio derecho es libre de crear. De esta manera la escritura elimina los bloqueos mentales y nos permite utilizar más nuestra capacidad intelectual para comprendernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea”, explica Maud Purcell, psicoterapeuta y experto en el journaling, reporta The Keyitem.
Sanarai menciona que en muchas ocasiones nos guardamos emociones, sentimientos o pensamientos que nos cuentan expresar, los cuales nos pueden hacer daño, como los pensamientos negativos. Escribir un diario y plasmar aquellos que sentimos funciona como un método catártico y ayuda a sentirnos mejor. Además, el journaling nos beneficia al poder organizar nuestros pensamientos. Si existe una preocupación que se refleja en un pensamiento negativo, escribir sobre ella nos ayudará a entender qué hacer al respecto. El journaling puede llevarse mediante:
- Diario de emociones: ayuda a conocer cómo has pasado los días y qué emociones te abrumas. Al tener el registro, se busca identificar aquellos momentos que desencadenaron dichas emociones y recordar qué hicimos al respecto. Además de ayudar a identificar patrones y evitar aquellos estímulos que desencadenen pensamientos negativos
- Diario de gratitud: este diario permite recordar las cosas por agradecer. Lo único que debe hacerse es escribir de 3 a 5 cosas positivas que pasaron a lo largo del día. Lo recomendable es realizarlo una o dos veces por semana, pues si lo hacemos todos los días, las cosas positivas pueden parecernos comunes y perderán su atractivo
OkDiario puntualiza que diversos expertos que escribir sobre nuestras experiencias es como una especie de terapia que permite bloquear aquello que nos preocupa, por lo cual es un hábito que puede ayudarnos en diversos estados de la vida. Así que ya sabes, cuando tengas pensamientos negativos puedes recurrir al journaling para saber de dónde vienen y tener una mejor visualización de la realidad.
(Con información de según Westwing, Sanarai, The Keyitem, OkDiario)