No voy a conseguir ese trabajo, no voy a resolver ese problema, no voy a lograr mis sueños, nadie va a venir a mi evento, la persona que me gusta no me va hacer caso, a todos les caigo mal, nada en mi vida va a mejorar, entre otros, son algunos pensamientos negativos que nos suelen atormentar cuando el estrés, la incertidumbre, la desconfianza y la desesperanza nublan nuestra vista. En algún punto todas las personas los hemos tenido como una manera de expresar el enojo, la frustración o la tristeza ante una situación. A pesar de que nos ayudan a soltar esos sentires, si no los manejamos, en algún punto nos pueden limitar.
Para que nuestra mente pueda buscar soluciones a ciertos problemas o retos, necesita estar en un modo estable. Cuando los pensamientos negativos llegan a nuestra mente, lo que menos tenemos es un piso parejo que nos permita pensar con mayor profundidad. Si consideras que cada vez tus pensamientos negativos te limitan para tomar otro rumbo en tu vida, conoce al reframing. Una técnica que te permitirá tener otra perspectiva. En esta nota te explicamos qué es y cómo aplicarla en tu vida diaria.
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¿Qué es el reframing?
El reframing, cognitive reframing o reencuadre cognitivo, de acuerdo con Psicoactiva, es una técnica en la psicología que hace referencia al proceso de cambiar la forma en que se ve, experimenta una situación o una emoción para cambiar su significado, con ello, poder cambiar cómo se siente y cómo se comporta uno frente a ello. El reencuadre no implica ignorar o negar la realidad, sino ver la realidad desde una perspectiva distinta que puede ser beneficiosa o constructiva.
Emma Crook destaca que al replantear o aplicar reframing, da a la persona el acceso a pensamientos, sentimientos y comportamientos más productivos y positivos. Al igual, da una mayor sensación de control y abre la oportunidad de tener más posibilidades lo cual termina siendo beneficioso para tomar decisiones, aprender y resolver problemas. Para lograr el reframing, Emma Crook deja una serie de recomendaciones:
- Cambio de lenguaje: presta atención a cómo hablar, utiliza palabras que te inviten a un estado mental flexivo y positivo
- Investiga la evidencia: solemos utilizar encuadres que no reflejan la realidad de nuestro entorno. Examen y cuestiona las suposiciones que estás haciendo
- Has preguntas: ¿cuáles son las otras maneras de ver la situación? ¿qué tendría que hacer para ver esto como algo positivo?
- Ponte los zapatos de otra persona: imagina cómo alguien más podría interpretar la situación. Podrías elegir a alguien que conozcas o trata de imaginar un punto de vista diferente al tuyo
- Acéptalo: reconoce las sensaciones físicas, acéptalas e intenta darles un papel positivo que desempeñar. Una manera de hacer esto es decir la frase en voz alta, repetirla para entrenar al cerebro a darle una respuesta emocional positiva a los síntomas físicos
- Aplica el mindfulness: esto lo puedes hacer aplicando tres técnicas: visualización negativa, meditación de la última vez y meditación de transvida. Estas técnicas te permiten acceder al reframing mediante encuadres negativos para pasar a pensamientos, sentimientos y comportamientos positivos
Chile Psicólogos puntualiza que el reframing puedes utilizarlo si presentas ansiedad, depresión en sus diversas variantes, trastornos de alimentación, problemas de autoestima, problemas de pareja, mala relación laboral, estrés, trastorno de estrés postraumático, insomnio y dolor crónico. Aunque puedes aplicarlo personalmente, también puedes acudir con un especialista para obtener mejores resultados mediante la terapia.
(Con información de Psicoactiva, Emma Crook, Chile Psicólogos)