La mente es una aliada en el día a día. Mover un dedo, levantar un objeto, vestirse o comer serían actividades que podrían dificultarse sin su funcionamiento adecuado. A pesar de los beneficios que otorga para la sobrevivencia, también puede convertirse en un pesar. Desde repetirnos pensamientos, como ‘no lo vas a lograr’, ‘la otra persona es mejor que tú’, ‘lo hiciste mal’ hasta hacernos regresar constantemente al momento vergonzoso en familia, con amistades o en espacios de trabajo.
Para estos momentos no agradables, la defusión cognitiva es un método que puede ser de ayuda. En esta nota te compartimos más sobre él, así como otras herramientas para auxiliarte. Cabe destacar que diversas personas atraviesan por estos momentos, por lo cual no debes sentirte mal. Los seres humanos cometemos errores y algunos suelen ser más difíciles de atravesar.
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¿Cómo trabajar la defusión cognitiva?
La defusión cognitiva es una técnica psicológica que busca ayudar a comprender la naturaleza de nuestros pensamientos. Su objetivo es demostrar que los pensamientos son solo pensamientos y no una realidad inalterable. Esta técnica puede ser empleada de forma aislada, dentro de una terapia cognitiva o parte de terapias concretas, como aceptación y compromiso, informa La Universidad en Internet.
Para explicar este concepto, Miguel Ángel Rizaldos emplea una analogía de una obra de teatro, de acuerdo con 65ymás. Si te subes a un escenario donde los focos apuntan hacia ti, estás sumergido en la realidad del personaje que interpretas. Sentirás que cualquier acto es real, por lo cual tus estímulos reaccionarán a ello. Si te disparan, tensarás los músculos y gritarás. En cambio, si estás en una butaca, verás al personaje principal y el disparo, pero serás consciente que es ficción.
La defusión cognitiva busca que la persona comience a ver sus pensamientos, como lo que son, pensamientos y no hechos irrefutables de la realidad. Así los pensamientos negativos e intrusivos perderán su peso en cuando al malestar que generan. El punto es lograr que la persona entienda que no influyen en su realidad, siempre y cuando no lleven ese pensamiento a la acción, detalla Psicología y Mente.
¿Cómo controlar los pensamientos intrusivos y obsesivos?
Para controlar los pensamientos intrusivos y obsesivos las personas pueden llevar a cabo diversas acciones que harán regresar a un estado más cercano con la realidad, Mentes Abiertas Psicología aborda algunas de estas:
- Pérdida del sentido: consiste en la repetición de palabras hasta quedarse con lo significante, después de un tiempo, el pensamiento perderá sentido
- Transformar el pensamiento: por ejemplo, si el pensamiento es ‘soy un perdedor’, buscar fusionarse con el pensamiento diciendo ‘estoy teniendo el pensamiento de ser un perdedor’. Después convertirlo a ‘estoy notando que tengo el pensamiento de ser un perdedor’ con el fin de lograr el desapego
- Cantar una canción o parodiar con otras voces aquel pensamiento para reconocer que son parte de una ficción que se ha construido
- Desobedece tus pensamientos: ponte de pie y piensa ‘no puedes abrir esa ventana’, en lugar de cumplir la orden, abre la ventana mientras continúas con el pensamiento. Es una forma de entender que los pensamientos no son órdenes.
(Con información de La Universidad en Internet, 65ymás, detalla Psicología y Mente)