Constantemente escuchamos, vemos o leemos que la confianza es clave para dar el primer paso. Sea en una relación, un proyecto o un nuevo trabajo, necesitamos tener confianza para resaltar nuestras ideas y enfrentarnos a los retos. Sin embargo, la confianza tiene diversas maneras de expresarse y recibirse. ¿Conoces cuáles son sus tipos y qué les diferencia? Te lo compartimos en esta nota.
La confianza, informa Naciones Unidas, se refiere a poseer un sentido interno y realista de las capacidades. Confiar en uno mismo y en sus capacidades es necesario para gestionar los retos emocionales y alcanzar objetivos en la vida. Una cantidad de confianza es necesario para la salud mental y el éxito, favorece la toma de decisiones y resiliencia. Para la confianza es necesaria la autoconciencia, permitirse experimentar y reflexionar sobre las emociones más indeseadas.
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La confianza no sólo es de manera individual, también existe confianza hacia las personas y la confianza que otras personas muestran hacia nosotros. La confianza es una de las bases que permiten trabajar y crecer en comunidad, pues las personas conocen a quién recurrir en caso de tener un problema o una dificultad. Conocer más sobre la confianza es un paso para crear y buscar espacios seguros y colaborativos.
¿Qué es la confianza y sus características?
1. Confianza en los demás
De acuerdo con Lamentees maravillosa, este tipo de confianza tiene relación al experimentar seguridad en una persona sabiendo que se respetará ese vínculo creado. Esta apertura emocional permite crear lazos significativos y enriquecedores. Este lazo puede estar presente en amistades, parejas y familiares. Aunque la personas tengan problemas, si respetan sus acuerdos de confianza, podrá resurgir la relación.
2. Autoconfianza
Otro tipo de confianza que identifica Lamentees maravillosa es la autoconfianza. Esta se caracteriza por la autorrealización de una persona donde valida sus habilidades y competencias para saber que es capaz de alcanzar sus objetivos. Este tipo de confianza permite visibilizarse como alguien hábil y digno de lograr lo que se propone. La autoconfianza es un proceso que se va construyendo y reconstruyendo con el paso de los años.
3. Confianza emocional
En este tipo de confianza, agrega Lamentees maravillosa, la persona entiende y regula sus emociones del día a día. Gracias a ella, el bienestar y desarrollo se ven beneficiados mediante el potenciar la motivación, tomar mejores decisiones, comunicarse para regular los nervios, regular sus estados de estrés o ansiedad, entre otros impactos. La persona conoce sus emociones, las escucha y las maneja sin minimizarlas o potencializarlas.
3. Confianza conductual
Así como las emociones tienen su tipo de confianza, también la conducta tiene su propia confianza. Psicología y Mente menciona que este tipo de confianza se caracteriza por la propia capacidad de las personas para actuar positivamente o no, permitiéndole superar obstáculos y tomar decisiones correctas que involucran el comportamiento del individuo. La persona aprende a darle valor a sus acciones y retribuirlas mediante diversos valores.
5. Confianza simple y alimentada
La confianza simple se refiere a la confianza con la cual nacemos, este tipo de confianza suele verse reflejada en nuestros progenitores, mientras la confianza alimentada se va construyendo o perdiendo hacia una persona, explica Psicología y Mente. Este tipo de confianza nos permite desarrollarnos en un entorno y alejarnos de aquellos espacios donde nos sintamos amenazados.
(Con información de Naciones Unidas, Lamentees maravillosa, Psicología y Mente)