“¿Qué podemos hacer para prevenir el cáncer?”, “¿Cómo prevenir el cáncer según la OMS?”, “¿Cuál es la vitamina que previene el cáncer?” y ‘¿Cómo se previene el cáncer?’ son algunas de las preguntas con mayores búsquedas en el navegador de Google. Ante ello, diversos portales ofrecen información sobre alimentos, ejercicios y estilos de vida para prevenir una de las enfermedades con mayor incidencia en el mundo. Sin embargo, hablar sobre la prevención del cáncer involucra más aspectos de la vida cotidiana, como los genes.
En entrevista para SuMédico, Talia Wegman Ostrosky, médica investigadora dedicada a la oncogenética, profundiza sobre los factores de riesgo del cáncer, los mitos que continúan existiendo sobre su incidencia y los caminos disponibles para mejorar el tratamiento, diagnóstico y prevención de esta enfermedad.
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De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en la Región de las Américas, el cáncer es la segunda causa de muerte. Se estima que 4 millones de personas fueron diagnosticadas en 2020 y 1,4 millones murieron por esta enfermedad. Aproximadamente, el 57% de los nuevos casos de cáncer y el 47% de las muertes ocurrente en personas de 69 años de edad o más jóvenes.
¿Qué es el cáncer?
El cáncer, informa el Instituto Nacional del Cáncer, es una enfermedad por la cual algunas células del cuerpo son multiplicadas sin control y se diseminan a otras partes del cuerpo. En condiciones normales, las células humanas son formadas y multiplicadas para formar células nuevas conforme el cuerpo lo necesita. A veces el proceso no sigue este orden y las células son formadas cuando no deberían, formando tumores cancerosos o no cancerosos.
Según American Cancer Society, las células cancerosas son desarrolladas debido a múltiples cambios en la genética. Estos cambios pueden estar relacionados con el estilo de vida y genes heredados de padres, así como la exposición a ciertos agentes cancerígenos en el entorno, sin embargo, en diversos casos no hay una sola causa atribuible.
“La oncogenética se trata de poder encontrar familias con alto riesgo de padecer cáncer y así poder ayudar a la prevención. Mi función principal como médica genetista e investigadora es dedicarme a la interacción de los genes con el cáncer. He estudiado con más detenimiento los tumores cerebrales, pero también he abordado otros tipos”, menciona Talia Wegman Ostrosky.
Para la especialista Talia Wegman Ostrosky el camino de la medicina fue claro. Desde su infancia ha estado rodeada de personas interesadas por la ciencia, como su abuelo y mamá quienes también son médicos. Aunque Wegman Ostrosky tenía interés en la psicología, el interés principal por estudiar sobre el cáncer emergió del poder ayudar.
“En mi familia existen diversos antecedentes de cáncer. Mi abuela falleció joven por cáncer, así como mi papá. Recuerdo la frustración de sentir que no podíamos hacer nada. Es ahí donde me despertó algo, el poder aportar un granito de arena a que existan más opciones para pacientes y familiares, quienes también son afectados”
¿Cuál es el factor de riesgo más alto relacionado con el cáncer?
Manual MSD explica que existen diversos factores genéticos y ambientales que aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer. Por ejemplo, en el caso de los antecedentes familiares, algunos núcleos presentan mayor riesgo de desarrollar un cierto tipo de cáncer, esto se puede deber a un gen o la interacción de varios genes, involucrando otros factores.
Talia Wegman Ostrosky, quien también es investigadora en el Instituto Nacional de Cancerología y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, enuncia que existen 3 grandes grupos de pacientes que dan explicación a los factores del cáncer:
1. Multifactorial esporádico
Se trata del 70% de los casos de cáncer donde la causa es la acumulación de muchos factores que van dañando al DNA poco a poco, como el tabaco, no hacer ejercicio, la exposición excesiva al sol o la vida misma. Hay una interacción de genes, pero influyen más los hábitos y el ambiente. Suele visualizarse en personas mayores y generalmente los familiares no tienen un riesgo aumentado.
2. Síndrome de cáncer hereditario
Aproximadamente el 10% de los casos están localizados aquí. La causa es clara porque uno de los genes encargado de reparar el DNA presenta una variante que obstruye el funcionamiento de los otros genes, por lo cual el riesgo de cáncer aumenta hasta un 80%. Al ser personas con mayor riesgo, existen otras medidas de prevención a comparación de la demás población, como medicamentos o cirugías.
“Un ejemplo para entender este tipo de pacientes es el caso de Angelina Jolie. Al morir 3 familiares de cáncer, entre ellos su mamá y su abuela, decide realizarse pruebas donde detecta la variante genética. Ante ello, decide quitarse las mamas, después los ovarios y gracias a eso, continúa estando viva”.
Talia Wegman Ostrosky detalla que estos tratamientos buscan evitar las complicaciones y el dolor que puede ocasionar el cáncer tanto en el paciente, como los familiares. No sólo el proceso involucrado en el posible deceso de la persona, también el camino que demanda la enfermedad, como el sometimiento a las quimioterapias.
3. Familiar
La diferencia entre el familiar y el hereditario, explica la oncogenetista, está en los hábitos. La causa no es la genética, sino la reproducción de hábitos poco saludables, como el tabaquismo. Al igual, la exposición a lugares cercanos a fábricas que desprenden contaminantes.
“Algunas personas consideran que la genética es destino, sin embargo, tenemos la posibilidad de tomar el control del destino. Cada vez nos estamos acercando a una prevención y atención adecuada que involucra el trabajo de un equipo multidisciplinario”.
Talia Wegman Ostrosky destca que actualmente los estudios genéticos son cada vez más accesibles. Por ejemplo, en el Instituto Nacional de Medicina Genómica, existe el programa de Estrategia de Vigilancia Anticipada, conocido como eVA, el cual permite la detección de variantes genéticas en la población mexicana mediante la evaluación del riesgo a padecer cáncer hereditario.
¿Qué retos enfrenta la patología del cáncer en la actualidad?
A pesar de los estudios y avances respecto al tratamiento, diagnóstico y prevención del cáncer, continúan existiendo mitos sobre la enfermedad. Guardar sentimiento, haber ingerido un alimento o que es un mandato divino son algunas ideas que han reproducido culpabilidad en las personas que desarrollan esta enfermedad.
Según la investigadora mexicana, uno de los mitos más peligrosos está en la frase “todo da cáncer, no tiene caso cuidarme”. Para explicar este punto, Wegman Ostrosky utiliza la siguiente referencia:
“Pensemos que el cáncer es como una pecera donde hay pelotitas blancas y negras, siendo 100 en total. Si son negras, significan un punto de riesgo de cáncer, si son blancas no hay riesgo. A lo largo de nuestra vida, aumentamos pelotitas negras si fumamos, tomamos alcohol o no realizamos ejercicio. Sin embargo, existirán otros factores que no controlamos y pueden incidir o no en desarrollar cáncer”.
La especialista subraya que, aunque cada vez se encuentren más incidentes en el desarrollo del cáncer no significa que las personas están destinadas a tener la enfermedad, sino pueden tomar decisiones para disminuir los riesgos del cáncer. Desde realizar caminatas con duración de 20 minutos al día hasta equilibrar los alimentos son decisiones que pueden tomarse.
“El cáncer tarda entre 5 a 10 años en desarrollarse. Es necesario quitar culpas porque nadie la tiene. Tenemos varias oportunidades para actuar y disminuir su incidencia. Por ello, es necesario entender a qué grupo pertenece cada familia para ofrecerles propuestas que les permitan reducir el riesgo”, destaca la especialista.
Por ello, Talia Wegman Ostrosky invita a estudiantes a continuar apostando por la investigación del cáncer, así como otras enfermedades. A la par, promover políticas públicas donde pueda financiarse la investigación y así prevenir para el futuro.
“No nos hacen faltan ganas, no nos hacen faltas ideas. Dedicarle a la investigación del cáncer es prevenir para el futuro”.
Wegman Ostrosky finaliza recomendando a personas jóvenes cuidar su salud. Aunque la incidencia de enfermedades crónicas es en personas mayores, en los últimos años comienzan a existir mayores casos en personas menores. Por lo cual, debe fomentarse la implementación de hábitos saludables. A la par, invita a la población a interactuar con ella a través de redes sociales para resolver dudas respecto al cáncer y su incidencia en familias.