Un grupo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, descubrieron que hay una vía de señalización molecular denominada cGAS/STING fundamental para el impulso de la inflamación de bajo grado que provoca deterioro durante el envejecimiento.
El nuevo estudio, dirigido por Andrea Ablasser y publicado en la revista “Nature”, intenta mostrar que la vía de señalización cGAS-STING, que media la detección inmune del ADN, es impulsor de la inflamación crónica de bajo grado y el deterioro funcional durante el envejecimiento, por lo que la investigación puede ayudar a comprender los mecanismos que intervienen en las deficiencias y enfermedades asociadas a la vejez.
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Te contamos más sobre este estudio, cómo se realizó y qué se ha descubierto hasta el momento.
¿Qué es la inflamación de bajo grado?
A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta cambios que pueden afectar nuestra salud y volvernos más susceptibles a ciertas enfermedades. Un factor muy común en el proceso de envejecimiento es la inflamación de bajo grado.
Por lo general, la inflamación de bajo grado es una reacción que produce el sistema inmunitario con el objetivo de reparar tejido orgánico ante un hecho lesivo. El origen de esta inflamación puede provenir de diversos procesos, por lo que esta reacción fisiológica tiene el propósito de localizar y eliminar el tejido dañado para que el cuerpo pueda curarse.
No obstante, cuando esta inflamación se vuelve crónica y proviene de alguna dirección desconocida, a largo plazo contribuye al deterioro del cuerpo, elevando el riesgo de desarrollar cáncer, diabetes, depresión o enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, indica la Academia Metabólica.
¿Qué dice el estudio?
El estudio demuestra que una vía de señalización denominada cGAS/STING desempeña un papel importante para determinar qué ocasiona la inflamación crónica de bajo riesgo y el deterioro funcional de las personas durante el envejecimiento.
Además, también se descubrió que a través del bloqueo de una proteína llamada STING en ratones, los investigadores lograron reducir las respuestas inflamatorias de bajo grado en las células y tejidos que comenzaban a envejecer, provocando una mejora de la función tisular de estos animales. El bloqueo de STING también afectó a la función física, con una mejora de la fuerza y la resistencia musculares.
Pese a que este estudio ha tenido resultados positivos sobre futuros tratamientos para las enfermedades en la vejez, también ofrece posibles estrategias para frenar el deterioro cognitivo en enfermedades neurodegenerativas asociadas a la edad. No obstante, hace falta seguir investigando sobre la inflamación crónica de bajo grado y cómo puede inhibirse en personas para que el proceso de envejecimiento sea distinto a como lo conocemos actualmente.
(Con información de Nature, Academia Metabólica, Infosalus).