Los adultos mayores, en algunos casos, suelen ser más vulnerables ante la aparición de diferentes lesiones o problemas de salud, y entre ellos se encuentran las úlceras por presión, un tipo de lesión en la piel que puede ser grave, y que suele ser más frecuente en este grupo de edad.
Las úlceras por presión, también conocidas como úlceras de decúbito, o llagas por presión, consisten en lesiones de la piel que ocurren cuando una persona pasa mucho tiempo en una misma posición (acostado o sentado), y tiene un exceso de presión en alguna parte del cuerpo.
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Esta presión, gradualmente corta el flujo sanguíneo en dicha región específica del cuerpo y se detiene, por lo que los tejidos comienzan a morir, y es entonces cuando se hace presente una llaga o una úlcera.
Eso sí, aunque se ha observado que las úlceras por presión tienen una mayor frecuencia en hogares para adultos mayores, como asilos u hospitales, también es posible que estas lesiones puedan presentarse en personas que utilizan sillas de ruedas, se encuentran en camas de hospitales, o que presentan dificultad para moverse, así como en quienes tienen desgaste y adelgazamiento de los músculos.
Los adultos mayores están en más riesgo
Todas las personas que tienen algún problema de inmovilidad (como estar en silla de ruedas), que les impide moverse o cambiar de posición fácilmente sobre superficies como la cama o asientos, tienen el riesgo de desarrollar úlceras por presión.
Sin embargo, son las personas mayores o de edades avanzadas las que están en mayor riesgo de padecer este tipo de lesiones en la piel, aclara la especialista y miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Giovanna Cristofori, y la razón de esto puede deberse a diferentes factores de riesgo:
- En general, son personas que tienen menos movilidad general, y por lo tanto están más inmóviles.
- Infecciones generalizadas.
- Estado de inmunosupresión.
- Malnutrición.
Las úlceras por presión, pueden ocurrir principalmente en sitios donde el hueso queda más cerca de la piel, como en las prominencias óseas, que pueden encontrarse en sitios como los codos, los talones, los tobillos, e incluso la espalda y las caderas.
Así es como puedes detectar una úlcera por presión
Normalmente, la primera señal de que existe un problema de úlceras por presión, será el cambio en la textura y la coloración de la piel, indican expertos, que puede surgir en zonas que han estado en contacto directo con superficies (como la espalda baja, los codos, y en ocasiones la zona de los glúteos).
Sin embargo, la American Cancer Society, explica que para detectar estas úlceras y lograr evitar daños más graves y futuras consecuencias, es necesario que prestes atención a las siguientes señales:
- Piel que luce agrietada, escamosa o desgarrada.
- Úlceras o llagas abiertas en la superficie de la piel, o en el tejido que yace debajo de esta.
- Manchas de color amarillo (que también tienen sangre), en las prendas de vestir, en las ropas de cama, y en sillas u objetos donde la persona se apoye.
- Puntos rojos en la piel que pueden surgir por la presión, pero que no se quitan incluso después de que se ha movido.
- Sitios del cuerpo que se encuentren muy dolorosos o sensibles, y que además sean “puntos de presión” (es decir, que se encuentran en contacto con las superficies de apoyo).
Evitarlas es sumamente importante
Las úlceras por presión son lesiones que, usualmente, suelen curarse de manera muy lenta, y aunque con un correcto tratamiento pueden ser curadas de forma eficiente, sin efectos secundarios, en algunos casos pueden dar lugar a problemas de salud graves como infecciones de la piel y los tejidos (llamada celulitis), o de los huesos y articulaciones.
Además, según indica Mayo Clinic, también es posible que las heridas no cicatrizadas a largo plazo (llamadas úlceras de Marjolin), pueden dar lugar al cáncer, a convertirse en un carcinoma de células escamosas.
Para evitar su aparición en primer lugar, Medline Plus explica que es sumamente importante que los pacientes, así como sus cuidadores, se encarguen de:
- Que los adultos mayores tengan la piel bien limpia y seca.
- Cambiar la posición cada dos horas, para aliviar la presión.
- Para evitar lesionar los puntos donde hay presión, se recomienda utilizar almohadas o productos específicos.
(Con información de: Medline Plus, Instituto Nacional del Cáncer, American Cancer Society, InfoSalus, MSKTC, Mayo Clinic.)