El síndrome del ocaso, también conocido como sundowning, es un problema que afecta al adulto mayor y surge como consecuencia de otros padecimientos como demencia, depresión o Alzheimer. Sigue leyendo para conocer de qué se trata y cómo controlarlo.
Esta complicación geriátrica aparece al ponerse el sol, justo al atardecer y hace que los ancianos con algún tipo de demencia empiecen a manifestar cambios en su conducta.
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Otras personas también pueden verse afectadas por este trastorno, especialmente aquellas que desarrollan una depresión estacional en los meses de otoño e invierno, que es cuando se hace de noche más temprano.
Síndrome del ocaso
Las personas mayores con Alzheimer y otros tipos de demencia son susceptibles a sufrir el síndrome del ocaso, que consiste en episodios psicológico-conductuales que hacen que estén más agitados, inquietos, confundidos, ansiosos, irritables e incluso, agresivos o con pensamientos paranoicos y alucinaciones durante la noche.
The American Journal of Psychiatry, indica que este síndrome es uno de los fenómenos más comunes que ocurren en la medicina geriátrica.
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De acuerdo con WebConsultas, las causas que provocan esta alteración son varias, pero entre las más importantes destaca un desajuste en el "reloj biólogico", que provoca que no puedan reconocer la hora de dormir o despertarse.
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Se sabe que los pacientes con enfermedades neurodegenerativas o demencias pueden tener dañadas las zonas del cerebro que controlan los ritmos circadianos, además de que tienen niveles bajos de melatonina, la hormona que interviene en el proceso de relajación y sueño.
Todo ello, sumado a las pocas horas de luz natural, la falta de estimulación y el cansancio físico o mental, dan pie a que se desarrollen las señales del síndrome del ocaso.
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“Cuando se acerca la hora de dormir, las personas que padecen este síndrome presentan agitación y comportamientos como tirar, agarrar o manosear objetos, así como relatar monólogos o provocar discusiones. Debido a ese estado de nerviosismo es frecuente la deambulación, lo que desencadena insomnio durante la noche”, explica un artículo de Cuídate Plus.
Este trastorno también afecta a las personas con algún tipo de depresión estacional, que surge en los meses de otoño e invierno, cuando anochece antes y hay menos horas de luz. Esto provoca sentimientos de tristeza, ansiedad, pesimismo o irritabilidad.
¿Cómo evitar el síndrome del ocaso?
Es posible poner en práctica algunos hábitos que minimizan las alteraciones nocturnas en los pacientes con demencia que desarrollan síndrome del ocaso. Entre las más efectivas destacan:
-Reducir el ruido: Es importante que la habitación de las personas mayores no tenga televisiones o radios.
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-Iluminación: Se recomienda exponer a la persona afectada a la luz natural entre las 6 y las 9 de la mañana para evitar que despierte cuando todavía está oscuro. Los pasillos y baños también deben estar iluminados en la noche.
-Actividades: Las personas mayores con demencias deben tener actividades al aire libre, como excursiones o visitas a museos y teatros, así como ejercicio físico que le permita reducir el estrés.
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-Impedir siestas: Los pacientes que duermen durante el día pueden estar más activos en la noche y tener más riesgos de sufrir los efectos del síndrome del ocaso, por lo que se debe buscar que tengan un sueño nocturno.
-Horarios: Establecer un horario o rutina para levantarse, comer, hacer ejercicio u otras actividades recreativas previene la agitación y el nerviosismo.
-Cafeína: Se deben restringir las bebidas con cafeína como el café y algunos refrescos. Si se toman, debe ser en la mañana para que no alteren el descanso por la noche.
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-Dieta: Hay alimentos que ayudan a mantener la calma de manera natural, como el plátano, los cereales integrales y la papa.
Ya lo sabes, notar un cambio en el comportamiento nocturno de las personas mayores con demencias o en aquellas que sufren por la llegada del otoño e invierno, debe ser motivo de visita al médico, pues podría tratarse de síndrome del ocaso.
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(Con información de WebConsultas y Cuídate Plus)